Susana Higuchi Miyagawa había estado internada desde el 9 de noviembre luchando contra un cáncer que la había debilitado demasiado. Falleció este miércoles a los 71 años después de una vida dedicada a hacer lo justo en el tiempo adecuado.
Ahora hay muchas condolencias a sus familiares y está muy bien; pero es necesario recordar en su memoria que ella fue una de las víctimas iniciales del dictador Alberto Fujimori, a quien había ayudado llegar al poder en 1990.
Higuchi narró con detalles en el 2002 cómo fue torturada en el Pentagonito a los integrantes de las comisiones investigadoras del Congreso presididas por Anel Townsend y Mauricio Mulder.
Sostuvo que Fujimori la torturó porque ella le avisó a Fujimori que lo iba a denunciar ante la Fiscalía por el robo de ropa y dinero donados desde Japón y los Estados Unidos para la Fundación por los Niños del Perú que presidía.
“Sufrí torturas con electroshock. Fue luego de la denuncia de la ropa donada, luego del autogolpe, y dentro de los cuatro meses que me mantuvieron encerrada en el Pentagonito, en el Servicio de Inteligencia del Ejército. (Tardaban entre 2 a 3 horas) mientras que me amarraban, hasta que me torturaban y luego me ponían el electroshock”, dice en el informe congresal.
Higuchi fue una de las primeras mujeres en enfrentar al dictador más poderoso que tuvo este país. Fue congresista y una política valiente.
Su hija Keiko, quien a los 19 años se convirtió en la primera dama de la dictadura reemplazándola, escribió en Twitter: “Después de una dura lucha contra el cáncer, nuestra madre, Susana Higuchi acaba de partir al encuentro de Dios. Estuvo rodeada del amor de nosotros, sus hijos, y de sus nietos hasta el último momento. La encomendamos a la Virgen de la Inmaculada Concepción hoy en su día”.