La presidenta Dina Boluarte se ha convertido en la única política visible que protege al ministro del Interior, Juan José Santiváñez, quien está en el ojo de la tormenta después de que unos sicarios asesinaran de Paul Flores, cantante de Armonía 10.
Este asesinato es parte de los 1800 homicidios ocurridos en el país desde que Santiváñez ocupa el espinoso puesto de ministro del Interior en la era de Boluarte.
Casi el cien por ciento de la clase política está de acuerdo con que Santiváñez dé un paso al costado, pero Boluarte lo mantiene todavía en el cargo porque el ministro del Interior ha sido uno de los más fieles de sus escuderos.
Santiváñez, ante la ola de críticas por su pésima gestión como ministro, no ha dicho que dejará el cargo sino informó apenas que irá al Congreso a explicar su labor si este los legisladores lo convocan mediante un eventual pedido de censura.
Boluarte ha sido descubierta como alguien que falta a la verdad sin ningún descaro porque está confirmado ya que ella no se ha realizado una operación en el rostro por cuestiones de salud, sino cuatro intervenciones quirúrgicas que se consideran estéticas.