El escritor Mario Vargas Llosa se mostró a favor de la ley de la eutanasia que el congreso de diputados de España aprobó recientemente y dijo esperar que el senado de ese país haga lo propio.
Explicó que esta norma no es una apología al suicidio y que el derecho a vivir no se ve amenazado por el derecho a morir.
“El Congreso de los Diputados ha aprobado en España, luego de furibundas discusiones dentro y fuera del parlamento, la eutanasia. Esperemos que el Senado respalde esta decisión y España acompañe a los seis países que en el mundo han aprobado ya leyes semejantes, pese a los argumentos en ‘favor de la vida’, como dicen sus opositores, reclutados fundamentalmente en los círculos religiosos, sobre todo católicos”, dijo en su última columna Piedra de toque que publica el diario “El País” y otros matutinos.
Explicó que la ley aprobada, no favorece ni estimula el suicidio, “como lo ha explicado muy bien Edmundo Bal en su artículo Ley de eutanasia: una garantía de libertad (El Mundo, 24 de diciembre 2020)”.
Dijo que se limita a considerar “el caso –terrible- de aquella minoría para la cual la vida es el infierno, según las peores descripciones que hicieron de él los textos medievales, que insistieron en este tema de manera obsesiva, y no pueden ponerle fin por sí mismos, pues una horrenda ley los obliga a vivir, es decir a morir mil veces cada día, hasta que ese suplicio termine sólo cuando mueran de ‘muerte natural’”.
Indicó que el “‘derecho a morir’, inseparable del ‘derecho a vivir’ que defendemos los liberales, sea al fin reconocido en España es una señal de progreso y civilización”.
El Premio Nobel de Literatura manifestó que la ley toma todas las precauciones del caso. “Quienes deciden pedir ayuda para poner fin a sus días deben hacerlo hasta en cuatro ocasiones –los menores de edad están excluidos-, ser examinados por facultativos que confirmen su estado de salud y su decisión. Sólo luego de estos trámites se da el visto bueno a la eutanasia. Es difícil, acaso imposible, que en estas condiciones la determinación de una persona de poner fin a sus días sea utilizada por personas ajenas para perpetrar un crimen o empujar a una víctima a acabar con su vida”, sostuvo.