Anahí Durand es socióloga y profesora universitaria de la Universidad de San Marcos. Es candidata de Juntos por el Perú al Parlamento Andino con el número 4. Tiene una trayectoria coherente, de lucha. Durante la dictadura de Fujimori y Montesinos, junto a miles de jóvenes, salió a las calles para para exigir un país distinto. En aquel tiempo, militaba en el Colectivo Amauta y desde entonces no ha dejado de trabajar por una sociedad justa: con democracia genuina. Dice que es momento de refundar el país y por esto entra la palestra de la política como protagonista.
—¿Usted es una académica que entra en la política o es una política que integra la academia?
—Soy, digamos, ambas cosas. No creo que haya una contradicción entre ser académica y política. Acabo de hacer un alto a mis labores de directora la Escuela de Sociología de San Marcos, y ahora estoy impulsando mi candidatura al lado de Verónika Mendoza convencida de que la política, como actividad transformadora, es fundamental para consolidar una vida de bienestar y dignidad.
—¿Por qué postula usted al Parlamento Andino y no al Congreso peruano?
—Creo que para el Congreso tenemos en Juntos por el Perú muy buenos candidatos y, por mi experiencia, considero que puedo hacer un mejor papel en el Parlamento Andino. Coordino la Secretaria de Relaciones Internacionales en la organización liderada por Verónika Mendoza. He vivido varios años en el extranjero, en Chile, Colombia y, sobre todo, en México donde estudie el posgrado y eso es un aporte para el trabajo exterior. Como socióloga he desarrollado diversas investigaciones sobre los movimientos sociales en los países de la región andina y conozco de cerca el problema. Creo tener la experiencia y el compromiso para representar al Perú en el Parlamento Andino. Nuestra propuesta es respetuosa del medio ambiente, es por una integración andina con la gente, las mujeres, los pueblos indígenas y afrodescendientes, respetuosa de los derechos humanos y el medio ambiente. Vamos a trabajar para que nuestra región pueda mirar al mundo orgullosa de su historia y diversidad.
—¿Qué lecciones de los 90, cuando usted militaba en el Colectivo Amauta, nos puede servir en estos tiempos?
—Bueno, mi generación salió a las calles, en aquellos años, a luchar contra la dictadura de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos. Eran tiempos duros de autoritarismo y corrupción. Exigíamos un país democrático. Una lección de aquellos tiempos, creo, es que la lucha no se acaba. Yo he apoyado de manera activa la brega de todos los peruanos este año. Estoy con la lucha de los jóvenes valientes de la generación del bicentenario, los aplaudo y los apoyo. Mi generación no se quedó de brazos cruzados.
—¿En aquel tiempo ya se pedía el cambio de Constitución?
—Lo que buscábamos era, principalmente, sacar al dictador Fujimori, un país en democracia y, claro, ya se pedía el cambio de Constitución, pero eran otros tiempos y no había un gran consenso.
—¿Ahora es fundamental el cambio de la Constitución?
—La gente en las calles lo reclama, los jóvenes valientes del bicentenario lo piden, las encuestas lo evidencian. Creo que sí es urgente un cambio de Constitución para refundar el país. Es un tema capital, que muchos no quieren tocarlo. En estos tiempos de pandemia se ha evidenciado los estragos de una Constitución fujimorista hecha a la medida solo de los poderosos.
—Sagasti dice que no es tiempo de cambiar la Constitución. ¿Qué opina?
—Creo que es lo que se esperaba. Él no quiere cambios profundos. Además, lo de Sagasti es propio de un gobierno transitorio, un gobierno débil.
—¿Débil en qué sentido?
—Carece de una bancada fuerte, no ha sido elegido por el pueblo, no tiene el apoyo de su partido, tiene muy poco tiempo para hacer cosas. Además, debe gobernar con un Congreso cuestionado, el mismo que sacó a Martín Vizcarra.
—¿Por qué debemos votar por Verónika Mendoza y no por Julio Guzmán o George Forsyth?
— Creo que Verónika sí quiere refundar el país y ha eso incluye hoy una nueva Constitución. Julio Guzmán y George Forsyth son más de lo mismo, pretenden mantener este orden injusto. Son figuritas nuevas del continuismo, del modelo que nos ha llevado a la debacle en estos tiempos: 80 mil muertos en la pandemia, desempleo, falta de derechos, precarización en todo sentido, judicialización de la protesta. Hay que refundar el país. Necesitamos un nuevo pacto social y en esto estamos trabajando de la mano de Verónika Mendoza y todos los integrantes de Juntos por el Perú.