El fujicerroboluartismo tiene un gran temor. Teme, tiembla porque sabe que los ciudadanos, que quieren fortalecer la democracia, pueden despertar en la capital.
La alianza de Perú Libre y el fujimorismo pone a Castillo en punto de vacancia golpista.
Cuatro gabinetes en ocho meses dicen de las graves limitaciones que, como estadista, padece el presidente de la República.
Cerrón no es ni será jamás necesario para lograr la unidad de todas las izquierdas. La cúpula de Perú Libre es indefendible. No se puede amparar a quien cuestiona descaradamente “¿Qué tienes contra Sendero?”, como lo dijo Bellido. No se debe malgastar hígado, uñas y dientes en defender a quien considera que para saber si Venezuela es una dictadura o no, debería estar ahí.
Nuevo Perú, de Verónika Mendoza, analiza hoy en reunión alianza con Perú Libre y Juntos por el Perú.
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