Praga, esa ciudad de calles adoquinadas, relojes astronómicos y tabernas centenarias, guarda un secreto que fusiona historia, relajación y la bebida nacional: la cerveza. En el corazón de la capital checa existe un espacio que lleva esta pasión al siguiente nivel: Original Beer Spa. Lo que comenzó como una idea excéntrica hace 12 años, hoy es una experiencia de lujo reconocida entre los Top 100 Spas del mundo según Luxury Lifestyle Awards.
Su cofundador, Jaromír Pažout, lo explica con entusiasmo: “Decidimos crear el concepto más lujoso y único del mundo”. Inspirado en las tradiciones cerveceras de Chequia y en la búsqueda de una experiencia distinta para locales y visitantes, Original Beer Spa abrió su primera sede en 2013, en Zitna Street. Un espacio de dos pisos con amplias habitaciones y sauna que marcó el inicio de una pequeña revolución.

Hoy, cuentan con tres sedes en Praga, incluyendo una franquicia dentro del Michelangelo Grand Hotel, un hotel cinco estrellas ubicado a pocos pasos del centro histórico.
Una experiencia única
Lo que diferencia a Original Beer Spa no es solo el ambiente o el concepto, sino su fidelidad a la cerveza auténtica. Jaromír asegura: “Nadie en Praga usa los ingredientes originales; solo nosotros utilizamos lúpulo y levadura de verdad”. Lejos de aromatizantes o esencias artificiales, aquí se sumergen los mismos ingredientes que se emplean para elaborar la clásica cerveza checa.
La experiencia comienza con una cerveza helada de Krušovice, una de las fábricas más antiguas del país, antes de pasar a una habitación privada. Allí, tinas de madera con agua a 37°C, burbujeante y cargada de lúpulo y levadura, esperan al visitante. “La gente piensa que se baña en cerveza, pero siempre explico que no, porque la cerveza está muy fría, a unos 4 o 5 grados”, bromea Jaromír.

Más allá del humor, este baño aporta vitaminas, proteínas y minerales que benefician piel y músculos. Se dice que mejora la circulación, desintoxica y ayuda incluso con problemas dermatológicos como acné o celulitis. Todo, mientras se sirve cerveza ilimitada —clara o negra— directo de un grifo junto a la tina.
El plan incluye pan artesanal con crema vegana casera, y una hora de descanso en una cama de paja de trigo. Este detalle, inspirado en las antiguas tradiciones rurales, permite al cuerpo absorber los nutrientes mientras se relaja.
Para todo tipo de visitantes
Aunque se pensó inicialmente como una propuesta para locales, la realidad fue otra: el 99% de los clientes son turistas. “Tal vez un 60% son europeos, y el resto de Estados Unidos, Asia o África”, comenta Jaromír. Desde parejas en busca de una experiencia romántica, hasta grupos celebrando cumpleaños o despedidas de soltero, todos caben en este curioso universo cervecero.

Cada sede recibe entre 8 y 10 personas por sesión. El ambiente es íntimo, relajado y completamente privado. “Nadie más entra a tu habitación”, asegura.
El futuro espumoso de Original Beer Spa
La expansión internacional ha sido complicada. Aunque la idea original era abrir más spas propios, las dificultades logísticas llevaron a optar por franquicias. Así nació su modelo certificado —único en el mundo para spas cerveceros— comparable con cadenas como McDonald’s o KFC, pero enfocado en el bienestar de lujo.
La primera franquicia en el Michelangelo Grand Hotel ha sido todo un éxito. “El dueño del hotel quedó impresionado, no solo por lo rentable, sino como servicio exclusivo para sus huéspedes”, relata Pažout.
Hoy, buscan replicar esta fórmula en otras capitales europeas, siempre manteniendo el nivel de calidad y autenticidad que los distingue.
Cerveza, bienestar y reconocimiento
Gracias a su propuesta original, Original Beer Spa ha recibido múltiples reconocimientos y compite en rankings internacionales con marcas como Ritz-Carlton o Four Seasons. No es solo un spa; es una experiencia multisensorial que celebra la cultura cervecera checa de la forma más inesperada.
Como dice su creador: “Tratamos de ser los mejores de los mejores”. Y, con cada baño de burbujas, lo están logrando.