Un nutrido grupo de pescadores artesanales de Ancón y Santa Rosa protestaron este sábado contra la irresponsable empresa Repsol que el sábado pasado derramó en el mar 6.000 barriles de petróleo, los cuales abarcarían un área total de 960 kilómetros cuadrados. Desde Ventanilla a Chancay.
La empresa no se quiere hacer cargo y dice que el desastre ecológico, considerado como el más grave en la historia limeña, no su culpa. Por eso, los trabajadores del mar -acompañados por sus familias- están reclamando a la empresa española por atentar contra la flora y fauna del lugar y por paralizar sus actividades, dejándolos sin el sustento económico diario.
Como medida de fuerza, los pescadores y trabajadores del turismo recorrieron pacíficamente las principales calles y avenidas de Ancón y llegaron hasta un grifo Repsol ubicado en la Panamericana Norte, la cual fue bloqueada parcialmente.