Después de haber visto la película “Corina” y con las emociones aún a flor de piel, nos encontramos con Úrsula Barba Hopfner. Ella es la directora y ésta su ópera prima, con la que se presentó en el GIFF 2024 (Festival Internacional de Cine de Guanajuato 2024) en México, que se llevó a cabo del 19 al 28 de julio.
En esta entrevista, la acompaña Carlos Hernández, el productor de esta obra cinematográfica, que ha abierto el Festival en Irapuato.
—La película “Corina” viene de otro festival. ¿Fue premiada en alguna categoría? ¿Nos puedes comentar esos inicios?
Úrsula: Claro, la película se estrenó en el Festival Internacional de Guadalajara, y ahí tuvimos el honor de recibir el premio al mejor largometraje hecho en Jalisco. La verdad es que el festival en Guanajuato nos ha recibido de manera preciosa. Ha sido una experiencia riquísima para mí y una plataforma sumamente importante para “Corina”. El éxito de recepción de ayer fue increíble, los aplausos no paraban y la gente estaba deseando hacer preguntas. La energía en la función de inauguración en Irapuato fue hermosa; la reacción del público fue muy linda, lo cual fue muy grato.
—La película ha tenido una muy buena recepción tanto en Jalisco como en Guanajuato. ¿Qué puedes decir al respecto?
Úrsula: Sin planearlo tanto, la película ha llegado a sus dos casas, Jalisco y Guanajuato. La película cuenta con apoyo de ambos estados, se filmó casi todo en Jalisco pero comparten esa paternidad. Me gusta mucho cómo la gente de ambos estados la ha recibido con mucho cariño.
—En la película juegas con la realidad y la fantasía, como al inicio cuando ella anda y detrás está viviendo su pasado. ¿Por qué utilizas esos elementos?
Úrsula: Creo que así somos los seres humanos, tenemos muchas capas y realidades. Al principio de la película, Corina recuerda la muerte de su padre cuando tenía 8 años. Cinematográficamente, queríamos abordar el flashback en la misma imagen con ella durante el plano secuencia, para que se entendiera que es un recuerdo suyo cada vez que pasa por ese lugar. Samuel (Sosa) y yo, el coguionista, compartimos un humor bastante oscuro, lo cual creo que se refleja en la película. Al salir del estreno en Guadalajara, Samuel y yo nos sentimos como niños traviesos porque las tonterías que escribimos estaban funcionando.
—Se podría comparar tu película con las de otros directores como Wes Anderson. ¿Cómo logras que tu película sea amena y la gente quiera seguir viéndola?
Úrsula: Cuando salí de la escuela, no me sentía preparada para mi ópera prima. Formé una carrera como editora y eso me dio un ritmo intrínseco que pude llevar al set. La edición me regaló un ritmo que disfruto y que proyecté en la película. La idea de las percusiones, por ejemplo, surgió de una conversación con el fotógrafo. Le puse “Bloodbuzz Ohio” de The National porque quería que ese ritmo representara el corazón de Corina, que enfrenta la vida con una agorafobia que le causa taquicardia.
—Hablaste de los colores en tu película. ¿Qué importancia tienen?
Úrsula: Los colores en la película tienen significados específicos. El rojo representa la violencia y el enojo, el azul simboliza la libertad y el destino, y el amarillo la locura. Corina, que es antisocial y tiene ciertos problemas mentales, va vestida de amarillo. Cuando el amarillo envejece se convierte en café, que es el color de su madre. El verde y el rosa representan la zona de confort.
—¿Cómo decidiste apostar por una película en la que la protagonista casi no habla?
Carlos: Fue una decisión integral. Conocí a Úrsula y a Samuel, leí el guion y ya conocía los cortos previos de Úrsula. Sabía que el guion era sólido y tenía un humor particular que me encantaba, además de una estética y propuesta de dirección fascinante. Todo esto hizo que la decisión de producir “Corina” fuera muy fácil para mí.
—¿Qué hay de los estrenos en festivales de Europa y Norteamérica?
Carlos: Estamos esperando respuestas de algunos festivales en Europa para el estreno internacional, y también solicitudes para el estreno en Norteamérica. En México, la película tendrá un estreno amplio en enero de 2025, lo cual nos entusiasma mucho.
—Tu película ha sido comparada con las de Wes Anderson y “Amélie”. ¿Tienen estas influencias en tu vida cinematográfica?
Úrsula: Abordé “Corina” desde una nostalgia a mi adolescencia, a finales de los 90 e inicios de los 2000. “Corina” sucede en el año 2000, y se la hice a mi yo de 17 años. Todas esas películas de Wes Anderson, “Amélie”, y el cine mexicano de esa época me marcaron e inspiraron muchísimo. Creo que se refleja en “Corina” porque llevo esos encuadres y estilos en la sangre.
—Muchísimas gracias por este tiempo. Esperamos mucho éxito con la película y que sigas haciendo muchas más.
Úrsula: Me conmueve mucho lo que dices. Estoy profundamente agradecida.
