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Festival de Cine Peruano de París: Historias peruanas iluminaron la ciudad del Sena

Bajo la dirección de Jovita Maeder, el festival consolidó su rol como puente cultural entre Perú y Europa. Reunió 15 películas, con énfasis en realizadoras mujeres y nuevas voces.
David Sánchez
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Del 1 al 7 de abril, el cine 7 Parnassiens, una emblemática sala de arte y ensayo en el corazón de París, se convirtió en el epicentro de la cinematografía peruana con la 16ª edición del Festival de Cine Peruano de París. Este evento, dirigido por la incansable Jovita Maeder, ha consolidado su lugar como un faro de la cultura peruana en Europa, ofreciendo una plataforma para que directores emergentes y consagrados compartan sus historias con el mundo.

En un contexto donde el cine peruano sigue luchando por visibilidad global, el festival no solo proyecta películas, sino que teje puentes entre continentes, celebrando la diversidad, la resiliencia y la creatividad de un país vibrante. Entre los títulos destacados de este año estuvo Hija Pródiga, un documental de Mabel Valdivieso que, con su estreno europeo, conmovió al público al explorar la migración y la búsqueda de identidad.

Jovita Maeder, nacida en Ayacucho en 1967, es el alma detrás de esta iniciativa. Su trayectoria refleja una vida dedicada al arte y la promoción cultural. En los años 80, estudió teatro en Lima y participó en producciones televisivas y cinematográficas, pero la crisis económica y política de Perú la llevó a emigrar a Francia en 1991.

De Ayacucho a París: Jovita Maeder, la mujer que tejió un puente de cine entre continentes | Foto: David Sánchez
De Ayacucho a París: Jovita Maeder, la mujer que tejió un puente de cine entre continentes | Foto: David Sánchez

En París, se formó en la Sorbona y en la Escuela Europea de Producción, integrándose al mundo del cine francés. En 1993, fundó la Asociación Perú Pacha para promover la cultura peruana, y un año después creó el Festival de Cine Peruano de París, impulsada por el deseo de dar a conocer un cine que entonces era casi invisible en el extranjero. Maeder también es cineasta, con documentales como La Terre des Enfants Chachapuyas (2003) y Mémoire de un Afro Péruvien (2009), y en 2013 lanzó Bobine Films, una productora enfocada en cine latino. 

“Este festival lleva muchos años existiendo; estamos en la 16ª edición. Siempre se ha realizado en París, en salas parisinas. Hemos pasado por varias, pero ahora estamos en el 7 Parnassiens, una gran sala de arte y ensayo en el centro de la ciudad”, comparte Maeder con entusiasmo.

La idea de crear un festival dedicado al cine peruano surgió en un contexto desafiante, cuando nuestra cinematografía era casi invisible en el escenario global. Maeder recuerda: “En los años 90 y principios de los 2000, el cine peruano no estaba muy visible. No aparecía en los carteles internacionales, muchos profesionales del cine no lo conocían y el público tampoco. Era una época difícil para Perú, con una crisis económica fuerte, y la producción cinematográfica era escasa. Yo ya estaba aquí, trabajando en el cine, y sentí una necesidad: apoyar la producción peruana, darle visibilidad, abrir una ventana al mundo”.

Fue esa urgencia la que la llevó a contactar a cineastas peruanos, buscando su apoyo para un proyecto que, en principio, parecía una locura. “Llamé a colegas en Perú, realizadores como Pancho Lombardi, Augusto Tamayo, Josué Méndez, que estaba con su primera película. Les dije: ‘Quiero hacer este festival, ¿tengo su apoyo?’. Pancho Lombardi fue el primero en decir que sí, y de ahí todo empezó a tomar forma. El proyecto nació en el cine Latina, que ahora es el Luminor, y conté con el respaldo de la Embajada del Perú. El embajador era Javier Pérez de Cuéllar, y le encantó la idea”. Ese respaldo inicial, combinado con la energía colectiva de los cineastas, dio vida a un festival que hoy es un referente para el cine latinoamericano en Europa.

Desde sus inicios en 1994, el festival ha evolucionado, adaptándose a los cambios en la industria y a las necesidades de los creadores. La 16ª edición refleja esa capacidad de resiliencia, especialmente en un contexto marcado por los efectos de la pandemia.

Maeder explica: “Normalmente traemos películas de arte y ensayo, películas de autor con historias únicas que muestran el trabajo de un creador. Muchas veces son primeras películas, pero en esta edición tenemos cineastas que ya han participado antes y conocen el festival, junto a nuevas voces. No somos estrictos con que las películas sean del último año; damos un margen de tres años porque el COVID afectó mucho a las producciones, dejando proyectos en pausa o sin financiación”.

Mabel Valdiviezo presentó su documental "Hija Pródiga" en el Festival de Cine Peruano de París | Foto: David Sánchez
Mabel Valdiviezo presentó su documental “Hija Pródiga” en el Festival de Cine Peruano de París | Foto: David Sánchez

Uno de los aspectos más destacados de esta edición es el énfasis en las mujeres realizadoras, un gesto que busca equilibrar un campo históricamente dominado por hombres. “También estamos dando prioridad a realizadoras mujeres para impulsarlas en un medio tan competitivo como el cine”, afirma Maeder, reconociendo las barreras que aún persisten en la industria. Esa decisión no solo enriquece la programación, sino que envía un mensaje poderoso sobre la importancia de la inclusión y la diversidad en el arte.

Además, el festival mantiene su tradición de invitar a creadores internacionales, muchos desde Perú, para fomentar un diálogo directo con el público parisino. Estos encuentros, que incluyen conversatorios y sesiones de preguntas, permiten a los cineastas compartir sus procesos creativos y conectar con profesionales franceses, abriendo puertas para futuras colaboraciones.

El Festival de Cine Peruano de París es un testimonio del poder de las historias para unir culturas. En el 7 Parnassiens, las películas proyectadas no solo mostraron la diversidad del Perú –sus paisajes, sus lenguas, sus luchas–, sino que también desafiaron al público a reflexionar sobre temas universales como la identidad, la resistencia y la humanidad.

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Colaborador de EL PERFIL
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Crítico de cine, especializado en cine latinoamericano. Es miembro de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica (FIPRESCI) y de l'Académie des Lumières, de la prensa internacional en Francia.