En el corazón del prestigioso Festival de Cannes, donde el cine mundial converge para negociar, colaborar y soñar, Perú ha hecho una entrada histórica. Por primera vez, el país andino cuenta con un stand propio en el Marché du Film, un logro que Rosario Pajuelo Escobar, directora y consejera económica comercial de PROMPerú para Francia y Suiza, describe con orgullo.
“Es la primera presentación que esperamos sea continua, consecuente en los próximos años, creciendo de manera sostenida como merece nuestro país, la civilización más antigua de América y la segunda mayor del mundo”, dice.
Rosario, funcionaria pública del Ministerio de Comercio, Seguridad y Turismo, lidera desde París la misión de PROMPerú, la Agencia de Promoción de Exportaciones, Turismo e Inversiones. Su trabajo abarca la promoción del turismo y, en Cannes, la exhibición de las locaciones fílmicas peruanas. Con más de 15,000 visitantes y 140 países presentes en el mercado, el stand peruano de 15 m² es un hito administrativo y estratégico.
“Tener un stand es un proceso que requiere un sustento técnico, evaluar impactos, costos, la competencia. Aquí viene el mundo entero a competir, a hacer contactos, colaboraciones, porque estamos en un mundo colaborativo”, explica Rosario, destacando la importancia de la diversidad en las coproducciones cinematográficas.
Conseguir este espacio no fue sencillo. Durante años, cineastas peruanos asistían al festival de forma independiente, apoyados por entidades como Ibermedia. Sin embargo, la ausencia de un stand oficial era un “gran vacío” para la industria fílmica nacional.
En 2024, Rosario realizó una visita de prospección para elaborar un estudio de factibilidad, analizando experiencias de países como República Dominicana, Panamá, Chile, Colombia, Ecuador, México, Costa Rica y Uruguay. “Entrevistamos a cada uno para ver cómo habían comenzado. Todos concluimos que es un proceso que toma años congregar, integrar”, detalla.
A diferencia de competidores que ofrecen incentivos fiscales como el rebate, Perú apuesta por sus riquezas naturales y culturales, respaldadas por el financiamiento de DAFO, la autoridad del Ministerio de Cultura que apoya producciones audiovisuales.
El stand, aprobado tras un análisis de benchmarking y el respaldo de la dirección de turismo de PROMPerú, presenta 10 regiones bajo el lema “Locaciones inesperadas donde las historias pueden hacerse realidad”.
Desde las ruinas de Chan Chan en La Libertad, “los reinos del norte maravillosos precolombinos”, hasta la Amazonía de Loreto, “el país más amazónico del planeta”, Perú ofrece arqueología, naturaleza y biodiversidad. Rosario enumera con entusiasmo: “Machu Picchu, Arequipa con el volcán Misti, las playas de Piura, el cañón de Chuto en Junín, la fortaleza de Kuélap en Amazonas, donde se pueden tocar las nubes”. Lima, capital gastronómica mundial, y Huancayo, con sus nevados, completan un mosaico de escenarios únicos.
El debut peruano coincide con un momento de efervescencia cultural. La elección de un papa peruano, nacionalizado tras 40 años en Piura, Chulucana y Chiclayo, ha generado celebraciones masivas. “Es una bendición. Sus primeras palabras en español fueron un homenaje a Chiclayo, ese pueblo fervoroso que lo acompañó”, cuenta Rosario, destacando la conexión espiritual del país.
Este fervor se refleja en el cine: el actor francés Raphaël Quenard estrena en Cannes I Love Perú, un documental sobre un viaje de autodescubrimiento en el país, presentado en la sección Cannes Classics. “Es un mensaje de espiritualidad que va con lo del Papa. Somos un país muy creyente, tolerante, que busca espiritualidad”, añade.
La prensa francesa ha celebrado la llegada de Perú, un país admirado en Francia, donde la expresión “c’est le Pérou” evoca lo extraordinario. Rosario lo explica: “Somos queridos por nuestras civilizaciones milenarias, por la papa que salvó a Europa de la hambruna, la quinua, la quinina contra la malaria, el palo santo que purifica”.
Para cerrar esta primera incursión, PROMPerú organiza un cóctel de networking el 17 de mayo a las 17:30 en el stand, con pisco, ceviche y música peruana. “Es un paso importante. Un país tiene que crecer gradualmente, adquiriendo experiencia”, concluye Rosario, soñando con que Perú, algún día, sea el invitado de honor en Cannes.