Vivir la violencia en el Perú del nuevo milenio (2023) es una recopilación de artículos académicos publicada recientemente en la Editorial MyL. Algunos de los ensayos de este libro aparecieron originalmente en el volumen 192 de la prestigiosa revista Hispanófila, editada desde 1968 por el departamento de Romance Studies de la Universidad de North Carolina en Chapell Hill.
El editor de esta revista es el peruano Oswaldo Estrada, premiado narrador, profesor y crítico académico. Él y su colega Carlos Villacorta, también escritor y crítico, de la Universidad de Maine, tomaron algunos de los artículos publicados en Hispanófila e invitaron a nuevos autores para formar un libro sugerente, riguroso, que girara enteramente en torno a la violencia peruana en estas primeras décadas del nuevo milenio. Y fue un enorme acierto.
El libro editado por la Editorial MyL reúne a quince autores peruanos que no solo tienen en común el interés en la investigación del tema de la violencia, sino que han logrado exponerla en sus respectivos trabajos como un caleidoscopio de temas y miradas. En esta entrevista conversamos con uno de los editores, Oswaldo Estrada, quien ha tenido la amabilidad de darnos un poco de su tiempo.
—Estimado Oswaldo, ¿cómo es que este libro colectivo aborda el análisis de diversos tipos de violencia (que va desde lo simbólico hasta lo subjetivo y lo visible) y por qué esto es relevante en el Perú de hoy?
—En un mundo tan violento como nuestro Perú contemporáneo, es relativamente fácil observar diversas manifestaciones de la violencia por todos lados. La podemos palpar en las masacres recientes, por ejemplo, en los crímenes que se cometen a diestra y siniestra, sin ningún castigo. Y en la discriminación. En la exclusión racial y en tantas cosas más. Lo que hacemos en este libro es analizar aquello que causa este tipo de violencias, simbólicas, tan normalizadas que ya ni siquiera nos damos cuenta de que están ahí, afectando nuestras decisiones, nuestro modo de vivir. Por eso en el libro analizamos expresiones de arte, manifestaciones, textos literarios, documentales, películas, que nos ayudan a entender la violencia de hoy desde distintos ángulos.
—¿Cuáles fueron los retos en esta publicación? ¿A qué se enfrentaron cuando decidieron encarar un tema tan complejo y actual como “el terruqueo” o el borramiento de la presencia indígena en nuestro país a partir de artículos que analizasen casos concretos?
—Siempre es un reto trabajar con diversos autores de distinta formación y que abordan variados temas, desde una amplia gama de acercamientos teóricos. En este caso, sin embargo, Carlos Villacorta y yo trabajamos con autores cuyas perspectivas podían complementarse. No hay dos ensayos que traten la violencia de la misma manera, pero cada mirada crítica aporta algo importante. Queríamos incluir temas tan actuales como el terruqueo, el choleo, la discriminación de los indígenas en distintos ámbitos nacionales, la violencia de género, la violencia institucional, sistémica. Las masculinidades en conflicto, la migración, el neoliberalismo y diversas manifestaciones de resistencia.
—En el libro se analizan documentales/películas, obras de teatro (que hablan de la corrupción, otra forma de violencia), de novelas, de poemarios, y de “artes sin canon”, cuéntanos un poco sobre esta selección y sobre sus autores.
—Queríamos formar un libro con diversas perspectivas. En demasiadas ocasiones tendemos a centrarnos única y exclusivamente en nuestra área de estudios, pero uno aprende mucho al ver cómo se trabaja el mismo problema desde otra disciplina. Hay, como sabes, no pocos libros de crítica literaria sobre la representación de la violencia peruana. Y se aborda el tema, desde luego, en libros de historia, antropología, estudios culturales, fílmicos. Aquí tuvimos la intención de hacer algo distinto. Sucede que todos los autores de este libro somos peruanos. Vivimos dentro o fuera del Perú, pero hemos vivido, en todos los casos, parte del trasfondo de la violencia que aquí estudiamos. De manera directa o indirecta. Eso une mucho y le ha dado cohesión al volumen. El tratar de entender la realidad de nuestro mundo peruano, de cerca y de lejos, a través de una novela gráfica o un poema, una obra de teatro, una película, un documental, o una traducción.
—En el libro hay toda una sección sobre migración, dentro y fuera del Perú, que además se complementa con aquello que se traduce de la literatura peruana en el extranjero. ¿Cómo nace la idea de este apartado?
—Todos los que participamos en esta sección vivimos fuera del Perú, en algún rincón de los Estados Unidos. Y eso hace que observemos la peruanidad y las manifestaciones de la violencia peruana más allá del territorio patrio. Peruanas, por ejemplo, son todas las ficciones de Daniel Alarcón, aunque escriba en inglés. Y su novela gráfica, Ciudad de payasos, nos obliga a revisar nuestras migraciones masivas de la sierra a la costa, nuestros prejuicios raciales, que cruzan todo tipo de fronteras… El cine de la migración que se analiza en este apartado también nos invita a pensar en los miles de peruanos que han tenido que abandonar el Perú en las últimas décadas. Y la literatura peruana que se traduce al inglés o a otras lenguas representa diversos actos de resistencia.
—El volumen, Oswaldo, sale a luz poco después de las celebraciones del Bicentenario. Y de alguna u otra forma, este hecho está ahí, presente en sus páginas. Para cuestionarlo, debatirlo, ponerlo en tela de juicio.
—Esto es totalmente cierto. Nosotros escribimos nuestros respectivos ensayos cuando comenzaban las celebraciones en torno a la independencia. Y todos sabíamos que había poco que celebrar, después de tener un presidente tras otro, nuevos estados de crisis e inseguridad, la pandemia que descubrió nuestras profundas brechas sociales, y tantas, tantas cosas más. Este volumen que gira en torno a la violencia denuncia esa falsedad detrás de las páginas oficiales del Estado que muestran a un Perú unido, que avanza con pasos firmes hacia el futuro. Jacqueline Fowks abre el libro, analizando una pintura “Injusticias previas al bicentenario” y Félix Terrones cierra con el ensayo “Doscientos años y que nadie pare de contar”. En medio, todos los ensayos de la colección denuncian algún tipo de violencia sin resolver. Y todos y cada uno de ellos nos animan a seguir trabajando en el tema. Para construirnos, con suerte, un mundo mejor.
Participan en este volumen los siguientes críticos literarios: Jacqueline Fowks, Margarita Saona, Cynthia Vich, Erika Almenara, Isabel Gervasi, Carlos Villacorta, Rocío Ferreira, Christian Elguera, Andrea Cabel, Jhonn Guerra Banda, Oswaldo Estrada, Lorena Cuya Gavilano, Pablo Salinas, Gabriel T. Saxton-Ruiz, Felix Terrones, quien aporta con un “Postscriptum”, que, como señala Laura Alsino, “se enfoca en la actual crisis política del Perú, interrogándose e interrogándonos no solamente acerca del legado de la violencia histórica, sino también de lo que significa vivir para los que han sobrevivido a esta”.
Les invitamos a leerlo. Lo encuentran disponible en Ibero, El Virrey, Sur, Ibero, y también pueden hacer pedidos directamente a la Editorial MyL al siguiente correo: edicionesmyl@gmail.com