El peor error de Castillo hasta ahora es haber aceptado el chantaje matutino llamado Bellido.
Con Bellido, el Gobierno empezó con el pie izquierdo y no porque Bellido sea de izquierda sino porque Bellido es un bueno para nada.
Me rectifico. Bellido es bueno para entorpecer un Gobierno, para perjudicar un movimiento, para generar memes después de entrevistas bobas.
Bellido ensucia a Perú Libre, mancha al progresismo, jode a la izquierda, abraza a María del Carmen Alva. Estoy seguro de que Bellido le aceptaría un desayuno de cien euros a Alva, le aceptaría otra entrevista a Leiva, aceptaría hacer el ridículo otra vez como premier.
La medida para censurar a la presidenta del Congreso no prosperó porque consiguió solo 20 votos. Hubo 83 votos en contra. En tanto, 16 de Perú Libre se abstuvieron, incluido el vocero de la bancada, Waldemar Cerrón, y, claro, Bellido.
Bermejo se fue de la bancada porque él fue el de la iniciativa para censurar a la censurable, gastadora y antipatriota Alva.
Bellido es el representante de ese sector que, por carecer de ideas, grita: ¡Caviares!