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China gana en la estrategia de la guerra comercial

Las medidas arancelarias calibradas para el sometimiento de diversos órdenes a todos los países están teniendo repercusiones contrarias e interconectadas con variables que han suscitado una reorientación del mercado global.
Lucas Lavado
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La interacción de la geografía y la política, es decir, la geopolítica está mudando de manera dramática como interdisciplina cada vez más afinada.

 La guerra comercial, desencadenada por el gobierno norteamericano, ha puesto al descubierto una respuesta inesperada por sus promotores. 

Los aranceles de diferentes dimensiones calculados para los diferentes gobiernos han sido medidas encaminadas a obligar al gigante asiático a sentarse humillado en la mesa de negociaciones. 

La respuesta inesperada ha hecho crujir los entresijos de la compleja trama del gobierno impulsor más poderoso del planeta que comienza a sentir los ecos de un declive al parecer irreversible. Y los datos ya no se pueden ocultar. 

Es sabido que la mayor deuda que tiene el país del norte es con China y es también enorme la cantidad de bienes que importa tanto para consumo como para impulsar los servicios. 

Lo que le hizo decidir el garrote basado en supuestos erróneos como aquello de pensar en el sometimiento descontando variables culturales, políticas, psicológicas y geoestratégicas de corto y largo plazo. Para quien resulta inaceptable el trato fanfarrón. 

China ha respondido con aranceles en una medida análoga contando además con el emporio de tierras y minerales raros indispensables para el desarrollo de la industrial digital y automóviles eléctricos. 

Estos materiales difíciles de procesar China los exporta y es poseedora del 90 % de la totalidad de la producción mundial. Constituye, sin duda, el talón de Aquiles de la capacidad de competición de la industria yanqui. Y la devolución de dos aviones Boing comprometidos es un signo inequívoco que merece una lectura inédita como una respuesta fuera de cálculo. 

Las medidas arancelarias calibradas para el sometimiento de diversos órdenes a todos los países están teniendo repercusiones contrarias e interconectadas con variables que han suscitado una reorientación del mercado global. 

La inmediata y gradual opción de los mercados han descubierto que China no es un enemigo comercial y están respondiendo con matices diferentes. Además, están dejando ver el declive y las contradicciones internas en el seno de los Estados Unidos que pende de una inmensa deuda cuyos bonos penden de China. 

En lo que va de los intercambios se entiende cada vez mejor los datos que dan perspectiva y comprensión adecuada. Es que la estrategia de Pekín no es ni impensada ni atribulada sino la respuesta de sus dirigentes que en tono mesurado pero firme exigen un trato “con respeto”. 

El magnate Trump no ha sabido distinguir en el trato entre un enviado de patrio trasero y un hombre de una cultura que cultiva la dignidad como modo de vida.

Estamos asistiendo, sin mayor análisis, a un verdadero cambio de paradigmas en todos los ámbitos de la ciencia, la tecnología y las humanidades impulsados por las profundas modificaciones de la vida económica donde el comercio es apenas la punta del iceberg. 

Los académicos y los beligerantes progresismos callan en todos los idiomas, hace falta dosis de ascesis y voluntad de hierro para resistir puesto que Europa está cerca de ser el patio trasero mientras que Brasil abre una esperanza entre nosotros. 

Es un hecho que el dólar ha dejado de ser moneda de reserva para darle paso al oro físico como signo inequívoco del cambio radical de época. 

El desafío norteamericano consistente en la sustitución de bienes importados de China en plazo cortísimo para surtir sus supermercados es un reto imposible y fuera de todo cálculo. 

Otro dato más: es solo un síntoma que la poderosa empresa tecnológica Nvidia se haya negado retornar a los Estados Unidos.

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Colaborador de EL PERFIL
Profesor en Filosofía y Ciencias Sociales. Magíster en Docencia Universitaria y Doctor en Ciencias de la Educación. Ha editado más de 400 títulos.