Después de 100 días, el presidente Vizcarra recién se da cuenta que hay que hacer algo con las clínicas que, cual buitres, cobran precios abusivos a familiares desesperados de pacientes contagiados del virus.
El gobierno de Vizcarra busca hace unas semanas que las clínicas reciban a pacientes porque no hay espacio en los hospitales públicos a un precio razonable, pero las clínicas no aceptan porque prefieren seguir cobrando lo que quieren.
Como no hay acuerdo hasta ahora, Vizcarra dijo este lunes que esperará 48 horas para que lleguen a un consenso y si no hay humo blanco, invocará al artículo 70 de la Constitución. Este artículo dice claramente:
"El derecho de propiedad es inviolable. El Estado lo garantiza. Se ejerce en armonía con el bien común y dentro de los límites de ley. A nadie puede privarse de su propiedad sino, exclusivamente, por causa de seguridad nacional o necesidad pública, declarada por ley, y previo pago en efectivo de indemnización justipreciada que incluya compensación por el eventual perjuicio".
Esto quiere decir que, si en 48 horas no hay acuerdo, empezaría un proceso de expropiación de clínicas. El jurista Antonio Castillo afirma que la expropiación de bienes de parte de Estado es un proceso largo y que cree que Vizcarra, con sus declaraciones, lo que está buscando es un poco de apoyo popular. "Hubiera anunciado una intervención con directores del Estado", dijo.
Vizcarra quiere aplausos cuando la población se ha dado cuenta de que su Gobierno ha entregado 30 mil millones de soles a empresas que han despedido trabajadores y para la gente solo ha separado 5 mil millones de soles en varios bonos.
Los buitres de las clínicas han respondido que "si va a haber imposición, no tiene sentido ninguna negociación". Los amigos de la ministra de Economía alzarán la voz contra Vizcarra, los conservadores le darán duro al presidente, mientras el número de muertos seguirán creciendo porque en la casa de los buitres los precios están muy altos.