El fiscal José Domingo Pérez Gómez fue arrastrado por la derrota del juez Richard Concepción Carhuancho cuyo fallo que ordenaba la detención preliminar de 10 días para Keiko Fujimori fue destrozado en fondo y hasta en forma por la Segunda Sala Penal de Apelaciones. Keiko salió libre luego de 7 días de encierro.
Pérez Gómez había pedido la detención de Keiko con fundamentos razonables, pero el fallo de Carhuancho estaba hecho como por Letona o tal vez por Becerril.
Evaluó rápidamente Pérez la derrota y volvió al ataque. Su investigación preliminar pasó a ser preparatoria y pidió 36 meses de prisión preventiva para Keiko y 11 colaboradores cercanos en esa presunta organización criminal que Keiko habría armado dentro de Fuerza Popular.
Keiko intuía lo que se le venía y como para enfrentar en mejor posición el pedido del fiscal Pérez le saltó al cuello al juez Carhuancho. Usando el fallo de la Segunda Sala Penal de Apelaciones pidió que Carhuancho no resuelva el pedido de la Fiscalía.
Sabe que Carhuancho es implacable a ella le gustaría que resuelva el pedido uno de los jueces amiguísimos de los cuellos blancos. Pero el Poder Judicial informó anoche que el Primer Juzgado de Investigación Preparatoria, a cargo de Carhuancho, verá el caso este domingo a partir de las 10 la mañana.
La captura de Hinostroza en Madrid (ciudad tan preferida por AG) es también un dolor de cabeza más para Keiko.
Hinostroza sabe demasiado y, como ahora tiene muy poco que perder, puede cantar. Él puede, por ejemplo, explicar que le pidió la señora K cuando se reunieron en casa de la lideresa de Fuerza Popular y puede reconfirmar lo dicho por hermanito Camayo: Keiko es la señora K y eso de que se trata de Miguel Torres es un invento que ni Rosa Bartra se la cree.
Keiko pelea también en el campo político. Tratará de victimizarse. Tratará de generar el peor caos posible. Buscará tumbarse a Vizcarra. La moción de censura contra Villanueva va en esa línea y tendrá como aliados a los alanistas de siempre. No le irá bien. Su partido es ya una coladera.
La renuncia de Francesco Petrozzi a la bancada naranja es una señal de que muchos quieren saltar del barco para no hundirse con la cuadrilla de los fieles de Keiko.