Hace pocos días, renuncié al cargo de director del diario UNO. No por falta de salud, como por ahí andan diciendo, sino por falta de pagos durante meses.
De inmediato, con compañeros de redacción y de dolor, decidimos crear un nuevo diario, con mucha voluntad y poco dinero.
Los participantes de esta aventura son jóvenes. Yo aporto una experiencia de más de 70 años, todo lo cual me da la esperanza de que saldremos adelante, con la ayuda de usted, amigo lector.
Hace once años renuncié a mi cargo de editor asociado de Caretas para emprender la dirección de La Primera, diario en agonía.
Cuando asumí el timón de La Primera, prometí que este sería un diario amazónico, agrarista, amigo de las organizaciones obreras y campesinas, defensor de los empresarios nacionales y nacionalistas, partidario de una política exterior de soberanía e independencia, de unidad latinoamericana, es decir, contrario a la política neocolonial descarada que hoy encarna Donald Trump, y que José Martí definió como “el norte revuelto y brutal que nos desprecia”.
En esa primera columna, del 3 de julio del 2007, expresamos:
Dejamos a otros el triste privilegio de callar cuando la corrupción se reinstala en las alturas, y el abuso y la sobreexplotación –así como las sobreutilidades— se enseñorean.
Hemos sido leales a nuestros principios y nuestras promesas. Nuestros lectores podrán tasar ahora lo que eso nos ha costado. Pero estamos contentos de habernos diferenciado así de la casta podrida que nos gobierna.
Reproducimos ahora un texto de Robert Reich, quien fuera Secretario de Estado de Trabajo. Es una alerta fundamentado que debiera ser estudiado en Palacio y en el Banco Central de Reserva. Hace algunos años entrevisté para La Primera al genial economista Theotonio dos Santos. Aconsejó que parte de la reserva en dólares que duerme en las bóvedas del BCR sea empleada en programas de educación, vialidad y salud, antes de que la previsible bancarrota yanqui nos arrase.
Rober Reich es profesor principal de la universidad de California, Berkeley, y autor de libros notables, entre ellos The work of nations, traducido a varios idiomas, entre estos el español.