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Este artículo es de hace 4 años

Sobrevivir a la ira de la naturaleza en plena pandemia

No solo en Madrid sufre por la nieve que ya dejó cuatro muertos. En el Perú, la naturaleza causa estragos lamentables en Arequipa, Ayacucho, Puno y otras regiones.
Angelli Gomez

España no solo lucha contra la propagación de la nueva cepa británica. El país europeo vive una de sus peores nevadas desde hace 50 años, teniendo a Madrid como epicentro del desastre. La borrasca Filomena es la culpable de paralizar al centro y este de España. Son zonas de baja presión invadidas por el frío y la nieve, donde ciudadanos se quedaron varados en el aeropuerto, atrapados en sus autos toda la noche y sin agua y calefacción en sus hogares por las tuberías congeladas.

Según la Agencia Estatal de Meteorología, en la capital española cayeron más de 50 centímetros de nieve. Hay más de 600 carreteras afectadas, árboles caídos y calles bloqueadas. Casi 1500 personas fueron rescatadas y solo en Madrid, en una tormenta que pueden llevarlos a temperaturas extremas y expandirse al sur y norte. La tormenta de nieve en Madrid ya dejó cuatro muertos. En Perú, la nieve y las intensas lluvias también causan daños en algunas regiones.

En Ayacucho, las fuertes lluvias y el caudal del río dañaron el puente Santa Patricia y aproximadamente 500 metros de la carretera en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem). Vehículos quedaron varados en la zona y familias intentan cruzar el caudaloso río, poniendo en riesgo sus vidas. Autoridades llegaron al lugar para supervisar y habilitar la vía con maquinarias pesadas. 

En la Sierra sur del Perú, en esta temporada, se registran nieve, granizos, aguanieve y lluvias moderadas, las cuales continuarán según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi). Estas amenazan el ganado, la producción agropecuaria y el turismo en las zonas altoandinas.

 El organismo exhortó a la población a tomar sus precauciones porque pronosticó "acumulados de nieve próximos a los 8 centímetros por día en zonas por encima de los 4000 metros sobre el nivel del mar y granizo de forma aislada en localidades sobre los 3000 metros de altura".

Descargas eléctricas y ráfagas de viento, cercanas a los 40 kilómetros por hora, acompañarían a estos fenómenos climáticos, según el aviso meteorológico. Los posibles departamentos afectados serían Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cusco, Huancavelica, Ica, Moquegua, Puno y Tacna.

La vía Arequipa-Puno se paralizó en diciembre 2020 por las intensas nevadas que alcanzó de 10 a 15 centímetros de espesor. En el mismo mes, 197 familias en la región Huánuco resultaron perjudicadas por las inundaciones, causadas por las intensas lluvias.

Mientras que, en la provincia de Huarochirí, siete distritos sufrieron la caída de un huaico a la altura del kilómetro 40 de la Carretera Central. A inicios de enero, Arequipa también sufrió la caída de un huaico en el distrito de Paucarpata.

Estos hechos, aún leves, nos recuerdan al inicio de la furia de El Niño Costero en el 2017. A nivel nacional y según el reporte oficial del Instituto Nacional de Defensa Civil hubo 162 fallecidos, 500 heridos, 19 desaparecidos y miles de damnificados y viviendas colapsadas, siendo los más afectados el norte y la capital. En estos tiempos, no es sano pensar en la llegada de una nueva crisis. Hay zonas que faltan ser reconstruidas y los más importante: los que sufren siempre son los más necesitados. La clave es estar alerta para sobrevivir a la pandemia y a la ira de la naturaleza.

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