La laman Zorbas y ha puesto en alerta a una buena parte del sureste del Mediterráneo europeo, donde se espera que golpee con fuerza este fin de semana.
Es una rara y potente tormenta que los expertos clasifican como un «medicán» (medicane en inglés), palabra que surge de la unión de las palabras Mediterráneo y huracán.
Este tipo de fenómeno se caracteriza por traer consigo fuertes vientos de fuerza huracanada, capaces de generar fuertes inundaciones e incluso tiene un ojo en su centro.
En el caso de Zorbas, en los últimos días generó inundaciones en Túnez y Libia antes de encaminarse hacia Grecia.
Por lo pronto, las mayores amenazas pesan sobre las islas jónicas, en la parte occidental del territorio griego, en las que las autoridades ya decretaron una alerta severa.
Se prevé que la tormenta toque tierra este sábado en la península del Peloponeso y la isla de Creta, donde podría dejar a su paso entre 100 y 150 mm de lluvia.
Sin embargo, esto podría cambiar por tratarse de un fenómeno poco predecible.
También preocupa a las autoridades el impacto que Zorbas pueda tener en lugares como las islas del Mar Egeo, como Lesbos, que en la actualidad acogen en condiciones difíciles a miles de refugiados procedentes de Siria e Irak.
En Atenas, la capital griega, las escuelas permanecieron cerradas este viernes por precaución, después de que fuertes vientos dañaran varias líneas de transmisión eléctrica. Los bomberos debieron atender más de 500 llamadas para cortar ramas y árboles caídos.
El domingo se espera que Zorbas llegue al occidente de Turquía.
UN FENÓMENO RARO
La prensa turca ha destacado que Zorbas será el primer «huracán» que vive este país en tiempos modernos y que en los siglos pasados solo se tiene registro de la llegada de una decena de estos.
«Llegará a Izmir en la tarde del 30 de septiembre o en la mañana del 1 de octubre. Nuestros modelo predictivo sugiere que se verán afectadas las costas turcas desde el sur de Izmir hasta Antalya», dijo a medios locales Murat Gündüz, profesor en la Universidad Dokuz Eylül, ubicada en la provincia de Izmir.
«Los países europeos alrededor del Mediterráneo no tienen agencias oficiales que se dediquen a hacer seguimiento a los huracanes. Se espera que en el futuro veamos más fenómenos como este debido al cambio climático», agregó.
Aunque los «medicanes» tienen mucho en común con los huracanes, según los expertos, hay algunas diferencias importantes entre ambos fenómenos.
Las tormentas que ocurren en el Mediterráneo son más frecuentes entre otoño e invierno, mientras que los huracanes ocurren más (aunque no exclusivamente) entre verano y otoño.
De igual modo, los «medicanes» pueden ocurrir cuando la temperatura de la superficie del mar se encuentra hasta a 15ºC mientras que un huracán típico requiere que esta temperatura se ubique por encima de los 26ºC.
Con información de BBC