Dina Boluarte no ha aprendido de la historia reciente. No recuerda lo que le pasó a Manuel Merino, quien quiso quedarse en Palacio de Gobierno después de que el Congreso vacara al entonces presidente Martín Vizcarra.
Nadie eligió a Dina Boluarte y ella quiere quedarse hasta el 2026 después de que el Parlamento, totalmente desacreditado, sacó al presidente Castillo.
Dina Boluarte actúa como la gran prensa. Se hace la desentendida y hace caso omiso al reclamo de miles, de millones de ciudadanos que exigen el cierre del Congreso y, por tanto, nuevas elecciones.
Si Dina Boluarte sigue así, terminará como Manuel Merino: expulsada de Palacio de Gobierno por exigencia ciudadana.
Dina Boluarte sabe que en Andahuaylas han muerto un niño y joven en medio de las protestas. Pero no actúa. Ella cree que debe quedarse en el poder.
Dina Boluarte en vez de ser la solución se ha convertido en el problema. El gobernador regional de Apurímac, Baltazar Lantarón Núñez, le ha pedido que escuche los reclamos y que convoque a nuevas elecciones. Le han pedido varios; pero ella no actúa. Esperemos recapacite.