En este país del infortunio, Palacio de Gobierno es la escuela de preparación de cinco años o menos para ingresar en la cárcel. Los que no quieren llegar, como les corresponde, se meten un balazo o se esconden en la sala de urgencias de un hospital.
Toledo quizá sea el cholo más criollazo que hayamos tenido. Aprendió velozmente las mordidas gringas de PPK, tanto que el 2011 ya no lo necesitaba y lo sacó de su grupo de incondicionales.
Toledo es bueno para aprender y es muy selectivo: siempre aprende lo malo. Eliane Karp pudo ayudarlo a tomar buenas rutas, pero a ella también le gustaba el mal camino.
El juez estadounidense Thomas S. Hixon decidió que Toledo debe quedarse al otro lado de la reja mientras dure el proceso para lo traigan a la Diroes. Toledo jura que es un perseguido político, pero en realidad es un político derivado en malhechor y es realmente perseguido por la justicia.
Sabía que la justicia lo seguía y para tratar de fugar guardaba 40 mil dólares en efectivo. Seguramente Eliane lo ayudó a contar. Un sencillo para él que sabe de millones que huelen a cemento.
Esperamos que no demoren en traerlo. Algunos calculan más de un año. Toledo es cómplice de PPK en muchas jugadas. PPK es amigo del provinciano Vizcarra, que piensa como empresario capitalino.
A Vizcarra no le conviene que Toledo llegue pronto a Lima porque puede cantar más que los hermanos Gaitán Castro. Cuidado.