El paro convocado por un sector de transportistas para frenar los asesinatos y las extorsiones ha sido un éxito en varios puntos del país, tanto que se sumaron a la protesta por diversas calles y plazas de la ciudad los comerciantes de Gamarra, de Mesa Redonda, de mercados importantes como Huamantanga de Puente Piedra y de otros distritos de la capital.
En Junín, Arequipa y otras regiones, los transportistas y trabajadores de varios sectores alzaron también su voz de indignación para que el gobierno escuche y cumpla con su deber de brindar seguridad a los ciudadanos. Pero Boluarte calla de miedo. Calla también porque no sabe qué hacer, pues no tiene decisión propia.
Los peruanos exigen que Boluarte haga algo para frenar los asesinatos y las extorsiones y Boluarte lo que hace es dejar en el cargo a ese ministro del Interior que es parte del problema y tiene un premier que parece más a esos abogados de cuarta que siempre están en las nubes.
Una suerte de solución sería que tuviéramos ya a otro inquilino en Palacio de Gobierno, un inquilino honesto y con ideas claras; pero Fuerza Popular y sus satélites mantienen a Boluarte en el cargo porque ella hace y hará lo que la oscura organización le pida.
Tenemos una presidenta hecha a la medida de las fuerzas que han tomado el Congreso para hacer leyes a favor de los delincuentes. Tenemos en el Estado a gente que de manera abierta y sin vergüenza apoya a los hampones; pero los ciudadanos están hartos de la situación y por esto las protestas seguirán creciendo.