Sábado, dos de la mañana en una conocida discoteca de Buenos Aires. En una semana los argentinos acudirán a las urnas para elegir a su nuevo presidente. El reggaetón del momento se desvanece para dar lugar a un chico de 21 años, desconocido hasta hace unos meses.
“Hoy no voy a salir y voy a quedarme en las nubes, donde nadie sube. No vengas a molestar, dicen que está todo mal, bueno, yo estoy más que bien acá y no te pienso ni mirar, ciego. Vamos, repriman la mierda que tienen guardada en el pecho. Traguen y callen hasta estar deshechos, párense siempre derechos”, se escucha.
La fiesta entera grita y empieza a corear. “Cállenlo, sédenlo, que haga lo que quiera, pero sáquenlo. Háganme caso, ¿o no tienen claro que soy el rey?, háganme caso que soy la ley”, continúa la canción mientras las luces se alborotan, los celulares empiezan a grabar y la gente a saltar. Es el turno de Wos.
Esa escena se repite cada fin de semana en cada discoteca de Argentina. Los periodistas ya se han enterado, pero no entienden lo que pasa. Los políticos sí, se reconocen en estas primeras estrofas, pero hacen el clásico “no se escucha, padre”. ¿Qué de extraño tiene una canción que hace cantar a medio país a una semana de las elecciones? Todo.
Wos (Valentín Oliva, según su DNI) es un rapero y freestyler que se hizo conocido por ganar el torneo de Red Bull Batalla de Gallos Internacional 2018 y desde siempre le canta a las injusticias. Dos meses antes de la jornada electoral definitiva en su país estrenó Canguro y desde ese momento se convirtió en el himno de la revolución juvenil. A cuatro meses de su lanzamiento, el video de este hit tiene más de 91 millones de reproducciones en YouTube.
En Wos y en Canguro millones de jóvenes han encontrado su voz. Han encontrado sus preocupaciones y sus reclamos. Han encontrado una forma de protestar contra un gobierno neoliberal (el de Mauricio Macri, particularmente) que les ha arrebatado los derechos. A ellos, a sus amigos y a sus familias. Y lo cantan sin miedo: “Entiendo que te molesta, la empatía te cuesta; y si ahora gritamos y cantamos en modo de protesta es porque preguntamos bien y nadie nos dio una respuesta”.
Este rapero bonaerense representa lo que es la juventud de hoy. Una generación que ya no es el futuro sino el presente; y que toma la política como su arma de batalla. ¿No les quieren dar lugar? No importa. Se lo hacen igual. Y se defienden con fuerza de esos que solo buscan guardar sus intereses.
“Un mago nos quiere hacer desaparecer, pero esta plaga rara nunca para de crecer, somos de los pocos locos que andan buscando placer y aunque quieran vernos rotos no damos el brazo a torcer”, sigue cantando Wos.
“No para de toser trabajando 12 horas, cobra dos monedas al mes pa’ mantener 4 personas. Y no hables de meritocracia, me da gracia, no me jodas, que sin oportunidades esa mierda no funciona”, continúa.
“Y no, no hace falta gente que labure más, hace falta que con menos se pueda vivir en paz. Mándale gas, no te perdás, acordate en dónde estás, fíjate siempre de qué lado de la mecha te encontrás”. Y en un abrir y cerrar de ojos, la fiesta ha cruzado los Andes y Canguro ya empieza a cantarse con voces peruanas. No es coincidencia. Falta poco para las elecciones.