Dos libros imprescindibles para repensar nuestro pasado como especie, el primero, y para imaginar, con datos alucinantes, el futuro que se avecina, el segundo. Sapiens y Homo Deus de Yuval Noah Harari, profesor de historia de la Universidad Hebrea de Jerusalén, es un desafío a nuestros conocimientos y convicciones y además una riquísima fuente para poner a prueba nuestros esquemas y activar así toda nuestra carga neuronal.
Citaré breves párrafos de ambos libros para despertar el apetito intelectual de nuestros lectores.
Sapiens. De animales a dioses.
“La revolución agrícola amplió la suma total de alimentos a disposición de la humanidad, pero el alimento adicional no se tradujo en una dieta mejor o en más tiempo de ocio, sino en explosiones demográficas y élites consentidas. El agricultor trabajaba más duro que el cazador-recolector medio y a cambio obtenía una dieta peor. La revolución agrícola fue el mayor fraude de la historia.” Y los culpables no fueron reyes o sacerdotes sino plantitas como el trigo, el arroz y las papas. “Ellas domesticaron al Homo Sapiens, y no al revés.”
Homo Deus. Breve historia del mañana.
“En Babilonia quien enfrentaba un dilema subía por la noche a lo alto del templo y observaba las estrellas. Creían que controlaban nuestro destino y predecían el futuro. El judaísmo y el cristianismo tenían otra versión: Las estrellas mienten. Dios, que creó las estrellas, reveló toda la verdad en la Biblia. Dejad entonces de observar las estrellas y lee la Biblia. Era una recomendación práctica.
Más tarde llegó el humanismo y dijeron: “Los humanos inventaron a Dios, escribieron la Biblia y después la interpretaron de mil maneras diferentes. De modo que los humanos son el origen de toda verdad.” Hoy estamos en la etapa del “dataísmo” si quieres saber quién eres comienza por secuenciar tu ADN.
La solidaridad es la ternura de los pueblos y, en este Setiembre Victorioso, nace del corazón de los trabajadores.
¡Los esperamos!