DESDE BÉLGICA. Si hay algo que se envidia del primer mundo es la calidad de vida que ofrece a su gente, pese al clima terrible o la comida insípida. Si tan solo el Perú tuviera eso, se cumpliría aquella frase, la cual dice que "Dios a la gloria le cambió de nombre y le puso Perú".
Tenemos todo, pero no nos atrevemos a soñar. Otro Perú es posible. Por ejemplo, ¿te imaginas llegar a tu trabajo en plena hora punta en menos de 50 minutos y sin estrés? Ahora mismo, me encuentro en Amberes, junto a Bruselas, la ciudad más importante de Bélgica. Doy fe de que el sistema de transporte es una maravilla.
¿Cómo está diseñado el sistema de transporte en Bélgica? Tal como indica la web del gobierno belga, la propuesta se enfoca en el trinomio bus-tram (tranvía)-metro. Este último sirve para conectar Bruselas con la capital de cada región del país y en el camino sus principales distritos. El sistema de metro es operado por la empresa STIB. Como todo sistema de metro, su función es recorrer distancias largas (con pocas paradas) en el menor tiempo posible.
El tram (tranvía) es el medio de transporte de cada ciudad. Tiene carril exclusivo y muchas paradas. El sistema de tranvías de cada ciudad está operado por una sola empresa de transporte. Es realmente raro que pases más de 30 minutos en un tram para llegar a tu destino. La infraestructura vial está tan bien hecha que en ciertas estaciones puedes hacer conexiones con otras rutas, ya que hay varios niveles bajo el suelo donde pasan varías líneas de tram.
Para destinos más específicos, tienes como complemento el bus. Recorre de manera más profunda cada distrito de la gran ciudad. El grado de formalidad que existe en el sistema de buses es digno de aplausos. Una sola empresa los opera y se hace responsable del buen funcionamiento. Por ejemplo, en el caso de Amberes, la empresa De Lijn opera tanto los buses como las líneas de tram. Esto permite que el Estado pueda fiscalizar de manera adecuada el buen funcionamiento del sistema de transporte y la calidad del servicio.
Una señal de que el sistema de transporte en Bélgica funciona es el mayor uso de bicicletas y scooter eléctricos por parte de la ciudadanía en comparación con la cantidad de taxis que circulan en la ciudad. Para llegar a sus domicilios, luego de bajar del tram o del bus, las personas toman una bicicleta de la empresa VELO o sus propias “bicis”. Evidentemente, aquí sí hay una red de ciclovías y los ciudadanos respetan al ciclista.
¿Qué pasa con los taxis? Podría afirmar que no he visto taxis circulando en la ciudad como sucede en Lima. Existen, por supuesto, pero estacionados en puntos estratégicos (lugares donde ocasionalmente alguien los tomaría), por ejemplo, la estación central del metro. Y, obviamente, son taxistas formales agrupados en pocas empresas.
Entonces, quizá usted replique: ¿me estás diciendo que no hay taxistas por doquier llenando las pistas ni tampoco los colectiveros? ¿No tienen mototaxis, ni combis, ni ‘couster’ con el cobrador colgando de la puerta? Afirmativo. Bienvenidos al primer mundo.
¿Es rápido el transporte público? Lo graficaré con un ejemplo. Volvía a Bélgica de un viaje a España. Obviamente, el avión llega al aeropuerto internacional de Bruselas. En el mismo aeropuerto, pasa la línea del metro. Compré mi ticket y fui rumbo a la ciudad de Amberes. Llegué en 30 minutos. Luego salí de la estación de metro y me ubiqué en el paradero del tram. Me tomó el viaje al paradero de mi barrio solo 10 minutos (aunque vivo cerca al centro debo admitir). Luego fui caminando hacia mi casa sin temor a que me roben las maletas porque aquí sí hay seguridad ciudadana o, mejor dicho, casi no existe la delincuencia.
¿Otra Lima es posible? Así es. No solo la capital, sino también otras grandes ciudades que van camino a ser igual de caóticas. Aún hay tiempo para salvar Piura, Trujillo, Arequipa, Ica, Tacna. Tomemos buenos ejemplos, de países desarrollados. Sin calco ni copia, adaptando a nuestra realidad. Pero empecemos a construir el Perú de nuestros sueños ya.