La izquierda completa, el progresismo total, el centro honesto y el antifujimorismo en pleno apoyaron a Pedro Castillo para que llegara al poder. Todo para que Keiko y su pandilla no llegaran a Palacio de Gobierno.
Pedro Castillo tenía todo el apoyo para gobernar; pero empezó insultando a los que se fajaron por él poniendo como premier a Bellido y haciéndole el juego al ególatra sin brújala de Cerrón.
El Gobierno hizo agua. Hay que ser muy Pedro Castillo para dejar que se vaya, por ejemplo, Pedro Francke.
Ahora, ante la renuncia del premier, Pedro Castillo querrá arrastrarse para quedarse un tiempo más ante la derecha más cavernaria de América Latina como lo hizo Toledo, como lo hizo Humala; pero esta derecha lo querrá sacar a patadas.
Aníbal Torres cumplió un papel fundamental para que Pedro Castillo llegara a Palacio. Lo defendió, trató de enseñarle, se peleó decenas de veces por él; y ahora se va. Vuelve a las aulas y a la investigación jurídica.