En su reciente columna “Matices”, que aparece todos los viernes en el semanario “Hildebrandt en sus Trece”, el periodista César Hildebrandt hace un claro análisis de escena contemporánea y plantea que necesitamos una revolución mundial.
Aclara que no habla de una revolución que sueñe con “una dictadura, con una satrapía estalinista, con una atmósfera de terror impuesta por cualquier fascista”.
Sostiene que los que necesitamos “es una revolución que nos libre de la dictadura apenas solapada de las corporaciones, de la riquería internacional y de lo que hoy se considera ‘lo políticamente correcto’”.
“Mi sueño es el de millones que no se atreven a nombrarlo: un mundo regido por la moderación del consumo, el cuidado del medio ambiente, la redistribución de la renta. Un mundo donde el salario vuelva a alcanzar para educar a los hijos y llegar a fin de mes sin necesidad de recurrir a prestamistas”, señala.
Aconseja “patearles el trasero a quienes nos han comido el seso dictando las siguientes prohibiciones”:
– Se prohíbe imaginar siquiera que la desigualdad extrema es algo que podría ser corregido por específicas políticas sectoriales.
-Se prohíbe cuestionar la teoría de que el libre mercado decide la designación de recursos y que el capitalismo es el último capítulo de la evolución de la humanidad.
Hay más prohibiciones y todas aparecen en la última edición del semanario “Hildebrandt en sus Trece”, que apareció el viernes 3 de julio.