Mientras la indignación y la rabia aumentan en la población y las protestas, cada vez más masivas, calientan las calles de todo el país, Dina Boluarte, Alberto Otárola y el Parlamento se aferran con uñas y dientes a sus cargos y a sus sueldos.
Ayer, viernes 3 de febrero, en una muestra de total incapacidad e intransigencia, a la que ya nos tienen acostumbrados, el Congreso de la República envió al archivo el proyecto enviado por el Ejecutivo respecto al adelanto de los comicios y agotó las posibilidades regulares para que las elecciones generales se realicen en cualquier momento de lo que le resta al año que recién inicia.
Ante este panorama, solo quedan cuatro salidas a la crisis; sin embargo, una es más improbable que la otra.
De acuerdo a especialistas, la primera es que algún congresista presente en la Comisión de Constitución, presidida por el fujimorista Hernando Guerra García, una reconsideración para que el último proyecto sea votado nuevamente. Si se alcanzan los 14 votos afirmativos, podrá llegar al Pleno.
Un segundo escenario deja al Perú a merced de que la moción de vacancia contra Dina Boluarte por incapacidad moral permanente, que aún no toma fuerza, recolecte las firmas necesarias para ser sometida al debate y al voto en el Pleno. Si en el Pleno la vacancia procede con un mínimo de 87 votos, el presidente del Congreso (único en la línea de sucesión constitucional) asume la presidencia y está obligado a convocar a elecciones generales.
La tercera salida, totalmente improbable al cierre de esta nota, es que Dina Boluarte demuestre un poco de dignidad y madurez política y presente su renuncia irrevocable. De darse el caso, sucedería lo mismo que en el escenario anterior: asume el titular del Legislativo y convoca a elecciones.
A vista de los acontecimientos, el cuarto escenario es el que más desean en Palacio de Gobierno y en Palacio Legislativo: esperar a la segunda legislatura del 2023 (que inicia en agosto) y recién ahí tratar nuevamente algún proyecto de adelanto de elecciones, que ya no sería para este año sino para el próximo.