La muerte del papa Francisco, ocurrida la mañana del lunes 21 de abril en el Vaticano, generó una inmediata conmoción global y activó el protocolo de Sede Vacante, que marca el inicio del periodo de transición en la Iglesia católica. Entre las primeras medidas adoptadas por la Santa Sede, destacaron los cambios en la comunicación institucional y en la gestión de las redes sociales oficiales del pontífice.

Horas después de la confirmación del fallecimiento, la cuenta oficial de X (antes Twitter) que llevaba el nombre y la imagen del papa Francisco fue modificada. El perfil, que hasta entonces mostraba una fotografía del pontífice argentino, pasó a denominarse “Apostólica Sedes Vacans” y adoptó como imagen el tradicional escudo de la sede vacante, compuesto por las llaves cruzadas y el pabellón pontificio, símbolo de la interrupción temporal de la autoridad papal.

En cuanto a publicaciones, la última entrada visible correspondía al domingo de Pascua y contenía un mensaje religioso: “¡Cristo ha resucitado! En este anuncio está contenido todo el sentido de nuestra existencia, que no está hecha para la muerte sino para la vida”, acompañado del hashtag #Pascua y un enlace al sitio oficial del Vaticano.
En la cuenta oficial de Instagram del papa, la imagen de perfil se mantuvo, aunque a través de las historias se difundió la figura del escudo de la sede vacante, remitiendo a los usuarios al portal web de la Santa Sede. Estas modificaciones reflejaron el inicio de la administración temporal de la Iglesia, que recae en el Colegio de Cardenales hasta la elección del nuevo pontífice.

El deceso de Jorge Mario Bergoglio, primer papa latinoamericano y 266.º sucesor de Pedro, se produjo tras varias semanas de complicaciones respiratorias. El pontífice argentino, de 88 años, había sido hospitalizado el 14 de febrero por una bronquitis que evolucionó a neumonía bilateral y, aunque fue dado de alta el 23 de marzo, un accidente cardiovascular y un fallo cardiocirculatorio irreversible le causaron la muerte este lunes.
Quiénes son los cardenales peruanos que estarán en el cónclave
En el próximo cónclave, el Perú estará representado por el cardenal Carlos Castillo Mattasoglio, arzobispo de Lima, el único elector con derecho a voto. Castillo, de 74 años y nombrado cardenal por Francisco en diciembre de 2024, participará en la elección del nuevo papa en la Capilla Sixtina.

Los cardenales Pedro Barreto, de 80 años, y Juan Luis Cipriani, de 81, podrán asistir, pero no elegir al nuevo papa, ya que la normativa vaticana limita el voto a los purpurados mayores de 80 años.
Barreto, quien confirmó que viajará a Roma para participar en las reuniones previas al cónclave, estimó que el cónclave podría iniciarse en unos quince días, tras las exequias y las jornadas de reflexión. En declaraciones a la prensa, Barreto recordó el legado de Francisco y la importancia del discernimiento espiritual en la elección del nuevo pontífice.
Al cierre de esta nota, Juan Luis Cipriani, quien actualmente reside en Madrid, España, luego de que el papa Francisco lo castigara con el destierro de suelo peruano tras haber sido acusado de abuso sexual a un menor en 1983, no emitió ningún pronunciamiento sobre la partida del sumo pontífice ni informó sobre su viaje a Roma.