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Este artículo es de hace 3 años

César Lévano: calma y humor

Era un sabio de buen humor el gran poeta César Lévano. Su trabajo periodístico es fuente de una prosa serena con chispas de humor.
Paco Moreno

Víctor Hurtado Oviedo escribe: “Al igual que los sabios epicúreos, mantuvo la serenidad del ánimo, la ataraxia, y nos legó su buen humor, el don amigo de su risa”.

Uno vuelve a leer la frase feliz y se detiene en “la ataraxia” y revisa. Ataraxia se refiere a un estado de ánimo que se caracteriza por la tranquilidad.

Los griegos hablaban de imperturbabilidad, de serenidad. Llamaba mucho la atención la calma con que actuaba César Lévano incluso en situaciones que destilaban estrés. Además, le ponía el condimento del humor.

Cierto día, respondió así a una jueza que veía un caso judicial suyo por su periodístico:

—¿Cuántos años tiene usted? —le preguntó la magistrada.

—Tengo 85 años.

—No los representa.

—Es verdad, mis amigos me calculan 84.

Humberto Valverde, un amigo suyo que siempre estuvo pendiente para ayudarlo, me dijo algún día: “César Lévano es como mi siquiatra. Yo hablo con él y me calmo… y hasta me hace reír”.

Doris Gibson, la creadora de la “Caretas” se tranquilizaba cuando ingresaba en la oficina de César Lévano después de discutir, después de encender los nervios, después de enojarse con alguien en medio del ajetreo de la redacción.

Era un sabio de buen humor el gran poeta César Lévano. Su trabajo periodístico es fuente de una prosa serena con chispas de humor.

Ni las pérdidas tempranas de sus padres ni la cárcel ni las torturas ni los graves pudieron quebrar su ánimo y vivió obsequiando sosiego e ironías.

Murió el 23 de marzo del 2019 y, desde entonces, el gran se quedó huérfano de padre.

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Director periodístico de EL PERFIL
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Nació en la provincia ayacuchana de Cangallo, el 7 del 7 del 77. Llegó a Lima antes de cumplir los siete años. Estudió Comunicación Social en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde tuvo como maestros a César Lévano, Juan Gargurevich, Manuel Jesús Orbegozo, Óscar Pacheco, Julio Estremadoyro, Ricardo Falla, Sonia Luz Carrillo, Carlos Eduardo Zavaleta, Zenón Depaz, Aurora Bravo y otros grandes docentes. Ha publicado dos libros de periodismo literario, Gente como uno (2011) y Rebelde sin pausa (2016); uno de cuentos, El otro amor de mamá (2012); y una novela, El jinete en la hora cero (2021).