Cuando el movimiento Hora Zero publicó el manifiesto “Palabras urgentes”, César Lévano fue uno de los primeros que les dio la importancia periodística a los poetas del grupo. Cuando la agrupación terrorista Sendero Luminoso amenazaba a los profesores de San Marcos, César Lévano seguía firme para dictar clases de periodismo incluso en su casa. Cuando Víctor Raúl Haya de la Torre estuvo a punto de negarse a una entrevista grabada con César Hildebrandt y César Lévano, este último convenció al líder aprista de inmortalizar ese diálogo “para las futuras generaciones”. Cuando a José María Arguedas le preguntaban sobre su novela “Los ríos profundos”, este decía que César Lévano era el único que la había comprendido.
“Rebelde sin pausa” (Ediciones Altazor, 2016), del periodista y escritor Paco Moreno, recorre en parte la inagotable vida de Edmundo Dante Lévano La Rosa, más conocido en el mundo intelectual como César Lévano. En el libro aparecen varias facetas del maestro Lévano, que alternan con la entrevista viajera que el autor ha añadido a la historia para mostrar descripciones, diálogos, monólogos, etc. Al optar por este formato híbrido que transita entre la entrevista, el perfil y la crónica, Paco Moreno evidencia que su intención no es agotar la vida total de su personaje, sino iluminar aquellas dimensiones que son las más conocidas sin hacer eco de la figura repetida.
Una es la principal. Se trata del Lévano periodista, que atraviesa todos los capítulos de la obra (desde el canillita hasta el consagrado director). Y si no se aborda este aspecto, el periodismo en Lévano sigue presente (sus referencias, sus maestros y su padre, Delfín Lévano, quien dirigió el periódico anarquista “La Protesta”). Ni cuando estuvo en la cárcel tres veces por su activismo político, el autor del ensayo “Arguedas. Un sentimiento trágico de la vida” dejó de cultivar el periodismo. Aprovechó su estancia en El Panóptico para inspirarse a escribir, años después, la historia del caso del japonés Mamoru Shimizu, que se publicó en cuatro entregas en el diario “La República”. De hecho, relató su segunda experiencia carcelaria en “Tres años de cárcel”, el primer texto que apareció con su firma en la revista “Caretas”, en 1956, gracias a la recomendación de su maestro Juan Francisco Castillo.
Una de las virtudes del libro de Paco Moreno radica en retratar, sin maquillajes, la vida del director fundador de EL PERFIL, quien, a pesar de ser perseguido por sus convicciones políticas hasta los últimos días de su vida, enalteció al periodismo con su prosa y su arduo trabajo en defensa de la verdad y, por qué no decirlo cuando el mismo Lévano lo afirmaba, de las causas que él consideraba justas.
Ojalá que “Rebelde sin pausa. Una entrevista viajera con César Lévano” sea solo la antesala a la biografía que merece un personaje que ha transitado dos siglos como sindicalista comprometido, poeta prolijo, ilustre estudioso de la clase obrera, esposo leal de Natalia (su amada), canillita entusiasta a pesar de haber perdido una pierna, mariateguista férreo y confeso, profesor universitario de muchas generaciones, etc.