Guillermo Arriaga se encuentra visitando la edición 32 del Festival de Cine de América Latina de Biarritz. Viene a dar una masterclass el 25 de septiembre y recibirá un homenaje mañana, coincidiendo con la presentación en el festival de la película "A cielo abierto", donde escribió el guion y que fue dirigida por sus hijos, Mariana y Santiago.
Guillermo es uno de esos mexicanos que no necesita explicación, pero cuando se conoce más acerca de él, uno sigue quedando anonadado por su currículum: guionista de "Amores perros", "21 gramos", "Babel" y "Los tres entierros de Melquiades Estrada". Con esta última película, ganó el premio al mejor guion en Cannes. También es un referente en literatura, habiendo obtenido el premio Alfaguara en 2020 con "Salvar el fuego".
Uno de sus trucos para inspirarse es la caza, una de las grandes pasiones del guionista mexicano. Sin embargo, él la practica de una manera peculiar, como nos desveló en la masterclass: "Solo cazo con arco y flecha" para poder entender la naturaleza profundamente. Aclara que "Vivimos en una sociedad alienada, nunca sabemos de dónde vienen las cosas, nunca sabemos cómo funciona un celular, o por qué huele una flor, o cómo murió el pez que vamos a comer. He conocido amigos que, por primera vez a los 45 o 50 años, tocan una vaca. Esta alienación, donde no cerramos círculos, la cacería te permite cerrarlos. Pero más allá de eso, a mí me permite comprender la naturaleza humana, me permite entender las pulsiones que traemos desde el origen".
Esta forma de entender la vida también estuvo presente en la infancia de Arriaga a través de museos, ya que "mis padres siempre enfatizaron la cultura como un elemento importante para comprender el mundo". Cuenta como anécdota que "íbamos a cualquier pueblo, por más pequeño que fuera, y lo primero que preguntaban mis padres era si había un museo".
Con esta base cultural en su infancia, su barrio en la adolescencia y la caza en su época adulta, Guillermo ha cultivado una imaginación que lo ha convertido en uno de los guionistas más exitosos del mundo. En cuanto a la palabra "guionista", recalca que "no es lo mismo guionista que scénariste. La palabra guion es muy peyorativa, es una palabra que deshonra al escritor de cine. Decir que solo haces una pequeña guía es muy despectivo. Nunca le dices a un actor de teatro que esto ha sido una guía". Guillermo nos aclara el origen de la palabra guion, que viene de "cuando en los noticieros televisivos ponían imágenes de una carretera inundada en el sur de Francia, en televisión sí es una guía... Pero decir que alguien que pasa 3 años escribiendo una obra, como es mi caso, diga que solamente hace una guía... Scénariste es totalmente diferente, es quien crea el escenario, una palabra mucho más digna, o screenplay: una obra para la pantalla". Recuerda que antes en México se usaba la expresión "libro cinematográfico".
Para el guionista o scénariste mexicano, está clara la diferencia entre novela y guion. Lo más importante es el punto de vista; la literatura siempre es en primera persona y el cine en tercera. Como ejemplo, declara que "Las dos películas mías que se filmaron primero, 'Amores perros' y '21 gramos', fueron inicialmente novelas fallidas; no funcionaban como novelas. Entonces, esas novelas inconclusas decidí narrarlas en tercera persona. Es muy distinto narrar una pelea de perros a ver una pelea de perros, o leer sobre un accidente a ver un accidente".
Sin duda, Guillermo Arriaga es una de las figuras destacadas en el Festival de Cine de América Latina de Biarritz de este año, donde se le unirá otro referente, Gael García Bernal.