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Este artículo es de hace 3 años

Los libros que nacieron y crecieron en el 2021

Recuento de los libros peruanos más destacados del 2021 en las categorías de novela, cuento y periodismo.
Stefanno Placencia
Por
Stefanno Placencia
Redactor de cultura en EL PERFIL.

En este segundo año pandémico, la industria editorial no ha dejado de producir porque las mujeres y los hombres de letras no pararon de crear. Lastimosamente al ser esta una selección de carácter personal se obvian algunos títulos, ya sea por no haber sido leídos (por falta de tiempo u otros motivos) o no haber sido del agrado de quien escribe. Este último punto también se puede obviar.

 

NARRATIVA DE NO FICCIÓN

La no ficción ha sido uno de los géneros que más lectores ha acumulado este 2021. Prueba de ello es que “El último dictador”, de José Godoy, fue el libro más vendido este año en la librería El Virrey. Dicho esto, vayamos a lo más atractivo de esta obra que apareció de cara a la primera vuelta de las elecciones generales: la investigación. Con ella el autor ha tratado de contar todo lo que se sabe y no se sabía sobre el régimen dictatorial de Alberto Fujimori, lo consiguió en gran medida, incluso le sacó el jugo a lo que parecía anecdótico.

El gran libro “Confesiones de un inquisidor” sorprendió a los lectores de César Hildebrandt, quien pasó de entrevistador a entrevistado. Nadie esperaba que las memorias del periodista más influyente del país se presenten a través de un extenso diálogo con la periodista Rebeca Diz Rey. Esta jugada, de todas formas, no le quita ningún mérito a lo que fue un acontecimiento editorial. ¿Cuándo fue la última vez que la ciudadanía estuvo pendiente de la aparición de las memorias de un periodista?

Si hablamos de no ficción, pues, hablamos de periodismo narrativo. Y en el país la voz con más resonancia de esta especialidad es la de Joseph Zárate, quien en “Algo nuestro sobre la tierra” ha retratado los primeros meses en que la covid-19 hizo de las suyas en los puntos menos favorecidos de Lima. Desde la “primera línea” hasta la última el dolor y la muerte campean, y Zárate narra estas escenas terroríficas con un lenguaje claro.

En esta misma línea (de periodismo narrativo y del aún poco explotado tema de la pandemia por el nuevo coronavirus), apareció “Generación B. Jóvenes de la esperanza”, cuya mayor virtud recae en ser una publicación con textos inéditos que se diferencia de los libros de esta especialidad que acostumbran a ser meras recopilaciones de escritos sueltos. Gran acierto del editor Jesús Raymundo. Los textos de Renzo Gómez, Emma Cadena y César Chaman, por citar algunos, son piezas bien pulidas que incitan a cuestionarnos: ¿por qué la crónica no es acogida en los medios de comunicación y en los libros?

De hecho, la crónica pone en vitrina lo poco conocido o lo desconocido. Es una pena que en el Perú apenas una revista le dé cabida a este género siempre vigente. Sigamos con el periodismo narrativo. El periodista Helio Ramos se animó por fin a lanzar “Gauguin en la avenida Emancipación”, su primera criatura libresca. ¿Cómo Ramos pudo escribir una crónica que da parte sobre la única visita de Gabriel García Márquez a Lima? Pues recurrió a las fuentes, contrastó los testimonios y los hilvanó a la historia como solo lo hace un reportero diligente, observador, que husmea hasta en un diminuto recorte periodístico.

Volviendo a la no ficción otros libros que no pueden pasar inadvertidos por su carácter documental ligados a la primera fase del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas son “Velasco y la prensa: 1968-1975”, de Juan Gargurevich, y “Velasco”, de Héctor Béjar. No perdamos de vista a José Carlos Yrigoyen y Carlos Torres Rotondo quienes se volvieron a juntar para concretar un proyecto ambicioso y conmemorativo: “Hora Zero, una historia”. Completan la lista “El miedo del lobo”, de Carlos Enrique Freyre, y “La jaula invisible: Mi vida en el Sodalicio”, de Martín López de Romaña, por su huella testimonial.

En este recuento no se puede dejar pasar la oportunidad para mencionar el libro de entrevistas de Lucas Lavado. Se trata de un libro perspicaz de la editorial Grijley llamado “Los roles de la Filosofía, la ciencia y la investigación”. Lucas Lavado ha entrevistado sobre estos temas a Miguel Ángel Quintanilla, David Sobrevilla, Jesús Mosterín, Manuel Atienza, Mario Bunge, Zenón Depaz Toledo y otros brillantes intelectuales.

 

NOVELA Y CUENTO

En cuestión de meses que alguien consiga que su primera novela ya vaya por la tercera edición es algo inusual. Gabriela Wiener lo ha conseguido y ha sobrepasado las barreras de nuestro incipiente mercado editorial: “Huaco retrato” pronto se traducirá al inglés, italiano, portugués y francés. Mirar al pasado y hurgar en sus secretos para cuestionar de manera sutil —sin caer en la ofensa o el agravio— las manifestaciones de una sociedad muy pegada a los valores poscoloniales es un esfuerzo inconmensurable.

Eduardo González Viaña, quien tiene el mérito de escribir novelas historiográficas, nos presentó “¡Kutimuy, Garcilaso!”, una apuesta por ficcionar pasajes que son desconocidos en la vida del Inca Garcilaso, ese eslabón entre el Perú y España. El asunto no se trata de rellenar vacíos biográficos apelando a la imaginación, sino que el autor de “Vallejo en los infiernos” —otra gran novela historiográfica— le añade otro ingrediente que no puede omitirse cuando se abordan personajes históricos: la documentación. Es un libro que seguirá creciendo.

La historia y la imaginación dialogan también en “El jinete en la hora cero”, la novela de Paco Moreno. Esta novela es la primera que entrelaza dos momentos claves de nuestra historia: el conflicto armado interno y la pandemia por el nuevo coronavirus, aunque su mayor virtud resalta por el dominio de un lenguaje literario que cautiva por prestarle atención a los más mínimos detalles.

Ojo que Barranco tiene su novela coral. Pedro Casusol se encargó de dársela y lo hizo con originalidad, con un lenguaje atractivo que se fusiona con la prosa periodística: agudeza y precisión para no atontar al lector. Casusol sabe aplicar esta técnica, su experiencia como periodista le ha dado esta licencia. Otras novelas para considerar por su impacto en la escena literaria, con reseñas elogiosas y acertadas, son “El amor es un perro que ruge desde los abismos”, de J. J. Maldonado, y “El año del viento”, de Karina Pacheco.

Con “Geografía de la oscuridad”, Katya Adaui demuestra su capacidad para recrear y desmenuzar las relaciones entre padres e hijos. En esta aventura su prosa es más lírica y consigue un tono fresco que está a distancias de la retórica que lo deforma todo. En el 2020, Miguel Ruiz Effio consiguió el Premio Copé Oro en la categoría Cuento con “El dedo en el disparador”, que se publicó este año con los relatos finalistas de dicho concurso. Narrada a modo de reportaje, el cuento de Ruiz Effio proyecta imágenes potentes y luminosas que abren un sinfín de significados que el lector va descubriendo a lo largo de la historia, que tiene saltos de tiempo que se distinguen claramente y no se prestan a confusiones, porque el autor evita enredarnos con mañas innecesarias que solo complican las lecturas y desmontan la trama.

Por su despliegue narrativo incluimos aquí a “Inmunidad de rebaño: historias de la pandemia”, de Orlando Mazeyra Guillén, cuentista experimentado que goza de un prestigio merecido. Un nuevo valor se abre paso con un primer libro cargado de relatos inolvidables y una “nouvelle” que son un ejercicio honesto de la memoria que no tolera la postergación, aun cuando estamos en el Bicentenario de Perucito. Hablamos de “Mañana nunca llega”, del narrador piurano Tadeo Palacios. Hay que mencionar también el libro “Barrio Laberinto”, del periodista Leonardo Ledesma Watson. Buen peldaño en la carrera de Ledesma.

 

RESCATES LITERARIOS Y ANTOLOGÍAS

“Dos soledades. Un diálogo sobre la novela en América Latina”, edición a cargo de Luis Rodríguez Pastor, es uno de los rescates literarios más celebrados por tratarse de la insuperable conversa novelesca que sostuvieron Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa en un auditorio de la UNI, en 1967. La reedición de “Historia de un deicidio” por sus bodas de oro ha sido otro acierto editorial.

Aunque ocurrió fuera de la efeméride, en agosto pasado editorial Peisa publicó una cuidada edición conmemorativa por los 50 años de “Un mundo para Julius” que cuenta con un prólogo del crítico literario español Luis García Montero. En este apartado también encaja la segunda edición de “La caza espiritual”, cuentario de Miluska Benavides, quien fue reconocida como una de las mejores narradoras en español menores de 35 años por la revista británica “Granta”.

El investigador y poeta Carlos Villacorta en una antología mítica titulada “Lima escrita. Arquitectura poética de la ciudad 1970-2020” congregó a cuarenta y ocho voces poéticas que han registrado a su manera los cambios que ha experimentado Lima en el último medio siglo. “Esta realidad no existe. Antología de ciencia ficción por escritores del Perú” desempolva a los cultores de este género que seguían esperando su turno para brillar. Alexis Iparraguirre y Francisco Joaquín Marro son los responsables de esta empresa plausible.

“Cuentos peruanos de la pandemia”, cuyo antologador es el crítico literario Ricardo González Vigil, agrupa 36 cuentos que giran sobre la covid-19 con distintas expresiones y variadas atmósferas. Al tratarse de una antología es innegable que algunos autores logren justificar su presencia más que otros; no obstante, esta es una visión subjetiva y será el lector a quien corresponda juzgar esta valiosa selección de González Vigil quien no ha desaprovechado la oportunidad de inmortalizar un momento histórico como el que estamos viviendo.

 

POESÍA

Hubo este año una gran producción poética. Menciones a algunos autores y a sus obras: Zoila Capristán, “Palabras que reservo para las tinieblas”; Roxana Crisólogo, “Kauneus. La belleza”; Rosa Granda, “Un sonido amarillo”; Úrsula Alvarado, “Canto a la hoja que cae”; Valeria Román Marroquín, “ana c. buena”; Mario Montalbetti “Notas para un seminario sobre Foucault”; Guillermo Chirinos Cúneo, “El guerrero del arcoíris”; Teresa Cabrera, “Las Edades”; Wilver Moreno, “Destrucción del tiempo”; Denise Vega Farfán, “Fiesta”; Cristhian Briceño, “La única cosa que es probable que rompas es todo”; Jerónimo Pimentel, “A menor”; Miguel Ildefonso, “Comentarios Irreales”.

Los libros, después de ser publicados, buscan sus rutas solos como los seres humanos. Hemos olvidado tal vez algún libro inolvidable. Ya habrá tiempo para que sean considerados como se merecen. Feliz año 2022.

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