Ocurre en la universidad que imparte filosofía y acredita en la carrera profesional de Licenciado en Filosofía. Sorprende que un profesor postule una tesis a contrapelo de la ciencia y la tecnología cuando pontifica que no es una “profesión” ni es un “oficio”. En las aulas donde ejerció la docencia el profesor Luis Guerra, que investigó la lógica proposicional de Bertrand Russell.
Asoma la filosofía ahogada en palabras y paralítica. Extrañada del quehacer del hombre en sociedad dando señales de que algo anómalo ocurre en la reflexión y la praxis filosófica nativa.
En el diario La República (18.4.24), el profesor Miguel Giusti sorprende cuando asoma de su cómodo cargo para declarar que, por un lado, la filosofía es tan especializada y por otro, sirve para criticar las “injusticias”. Se trata de una entrevista concertada para anuncia un homenaje a Kant y Hegel a propósito de la guerra en abstracto.
Sorprendente y contradictoria porque frente a la necesidad de cambiar la sociedad, la filosofía apenas puede “ayudar a cuestionar”. Y tan “especializada” que se ha “alejado de las preocupaciones cotidianas”.
En la entrevista concluye con la tesis que sorprenderían a sus propios alumnos que “La filosofía no es ni una profesión ni tampoco, en sentido estricto, un oficio universitario, sino un modo de reflexionar que nos atañe a todos…” Se puede decir todo y nada en una publicidad concertada y ¿por qué no?
Hay que ser enfáticos. Está más viva que nunca, me refiero a la filosofía científica aquella que vive y contribuye de manera específica en campos definidos. Como el Instituto del Cerebro que dirige Antonio Damasio. Un portento de la ciencia que ha dado cuenta del dualismo cartesiano, de las emociones y los sentimientos. Pero es bueno dar razones y exhibir pruebas.
Primero. Ningún filósofo habría admitido un despropósito de tal magnitud porque tanto como Popper, Habermas, Putnam, Kuhn, Bunge, Mosterín, Quintanilla y muchísimos otros, trabajaron en universidades e investigando, dialogando, discutiendo. No es extraño en universidades donde la filosofía vive desconectada de las demás facultades o institutos. ¿Es éste el caso que nos ocupa?
Segundo. Una de las ramas más fecundas de la investigación filosófica es la epistemología. El concepto de falsabilidad o falsación introducido por Popper se discuten en los seminarios de investigación. Tal como se discuten los problemas atinentes a los sistemas científicos que no son islas ni están alienadas de la economía, la sociología, la biología y las demás ciencias.
Tercero. Los debates en torno a los métodos de las ciencias confrontan problemas epistemológicos como los puentes entre disciplinas y el fundamento de las estadísticas. Los debates filosóficos trascienden los muros de las organizaciones. La epistemología es un quehacer profundamente problematizador y sin concesiones a las ideologías y credos.
Cuarto. Los debates en torno a Hegel, para usar sus propios términos, están alejados de las “preocupaciones” cotidianas y no se relacionan con alguna “profesión” u “oficio”. En cambio, los problemas acuciantes de hoy, la pobreza, la desigualdad profunda, el capitalismo salvaje, el cambio climático y la democracia secuestrada, lejos de Kant y Hegel están en el centro de la filosofía sistémica.
Dejemos la noche de la filosofía para atender a sus tareas modestas pero encaminadas a revertir las especulaciones hermenéuticas y constructivistas. La filosofía realista está vinculada con la investigación científica y tecnológica que abordan problemas acuciantes que reclaman de sus universidades menos especulación y más rigor.
- Analizar, discutir y plantear problemas relevantes para la investigación científica y tecnológica. Los problemas tales como los elementos, las especies, la cognición y las emociones en cuyo trabajo participan miles de investigadores.
- La elección de los métodos científicos pertinentes para abordar las ciencias naturales, sociales y sobre todo las ciencias mixtas que reclaman análisis epistemológico. Las interdisciplinas o cruces disciplinares son materia de la filosofía.
- El planteo de hipótesis en las ciencias y de diseños en las investigaciones tecnológicas son asuntos de primer orden en el aprendizaje de la investigación universitaria. Convendría recordar a este respecto la correspondencia entre verdad y eficiencia.
Las disciplinas tanto naturales como sociales incluyen inequívocamente conceptos filosóficos. Para añadir un ejemplo elijamos el derecho: los conceptos de prueba, justicia y norma son conceptos filosóficos que merecen atención ni qué decir de la distinción entre legitimidad y legalidad. En fin, la filosofía está viva en los debates actualísimos como el caso de la OTAN, un organismo internacional convertido en “una fuerza de asalto comandada por Estados Unidos” como sostiene Noam Chomsky.