Han transcurrido cuatro años desde que un informe oficial del Organismos de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) confirmara que Huancavelica es una de las ciudades con mayor contaminación por mercurio en el mundo: 92% del suelo de las residencias y parque excedían los niveles de arsénico, 81% excedían las concentraciones de mercurio para el suelo de uso residencial, y 48% excedían la concentración de plomo en los suelos residenciales. El 2017, el Ministerio del Ambiente, puso en conocimiento al Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento, que los niveles de concentración de mercurio y otros metales pesados superan los estándares de calidad ambiental (ECA), sin embargo, pese a la intervención de la Defensoría del Pueblo ninguna autoridad competente hizo nada por revertir esta situación. Hoy debido a la pandemia, aproximadamente 19 mil huancavelicanos están más expuestos a estos metales pesados.
Esta alarmante exposición de metales ha motivado que ciudadanos residentes de Huancavelica presenten una demanda de amparo ambiental contra la Presidencia del Consejo de Ministros, Ministerio del Ambiente, Ministerio de Energía y Minas, Ministerio de Vivienda y Construcción, Gobierno Regional y Local de Huancavelica, a fin de que los tres niveles del Estado implementen políticas públicas para atender a las personas que se encuentran expuestas. “La pregunta que uno se hace en este caso es ¿por qué tenemos que recurrir a una demanda? recurrimos a una demanda porque creemos que se han agotado todos los mecanismos previos para hacer exigible un derecho fundamental, que es el derecho a vivir en un ambiente sano”, dice el abogado demandante, Ramiro Llatas.
Santa Bárbara fue la primera mina que hubo en el Perú con la llegada de los españoles, la mina ha funcionado hasta los años 1970, lo que ha quedado ahora es un gran pasivo ambiental. Desde hace 10 años el doctor Nicholas Robins, investiga el grado de exposición de metales en Huancavelica, el año 2015 lideró un estudio que arrojaron los primeros hallazgos: aproximadamente 3,500 viviendas y 19 mil personas –casi la mitad de la población- viven en casas construidas con adobe o tapial, hechos a base de tierra contaminada con mercurio, plomo y arsénico. Robins señala que las personas que están viviendo en casas de adobe con piso de tierra en Huancavelica, están respirando vapores de mercurio.
Los resultados de los estudios realizados entre el 2009 y 2019, por el Consejo de Salud Ambiental (CSA), reveló que el 81% de las muestras de mercurio sobrepasó el ECA para suelo residencial y el 100% de las muestras de arsénico y el 73% de las muestras de plomo sobrepasó el ECA para suelo residencial; las muestras de suelo, adobe y aire fueron de cinco barrios: Ascensión, Yananaco, Santa Ana, San Cristóbal, Santa Bárbara y la comunidad de Sacsamarca.
“Desde el 2010 venimos informando todos los años sobre los resultados de los estudios a todos los niveles del Estado, hemos tocado las puertas a la dirección Regional de Salud, al Gobierno Regional, al Ministerio de Salud, entre otras instituciones gubernamentales, con el objetivo de que se declare en emergencia sanitaria a Huancavelica y que intervengan de una vez porque estamos viviendo en un ambiente enfermizo”, sostiene el doctor Enrique Ecos, vicepresidente de la Asociación Nuevavelica y demandante.
En el mes de julio del año pasado, la Defensoría del Pueblo convocó a una tercera reunión para evaluar los avances del Estado frente a la contaminación en la ciudad de Huancavelica, donde reiteraron al Ministerio de Vivienda y a la Municipalidad provincial de Huancavelica la necesidad de promover y/o diseñar un proyecto de inversión orientado a atender la problemática de las viviendas contaminadas. Dicha institución también recomendó a la Presidencia del Consejo de Ministros conformar un espacio de carácter multisectorial a fin de abordar dicha problemática de manera integral y aprobar un plan de acción con responsabilidades e indicadores. Sin embargo, no hay respuestas de ninguno de los tres niveles del Estado.
Cabe señalar que los distritos más expuestos a metales pesados son: Ascensión, Huancavelica, Yananaco y San Cristóbal, además de los cuerpos de agua y sedimentos en el río Ichu y sus afluentes (quebradas Disparate, Taxanapampa, y Huaylacucho). Hasta las instituciones educativas superaron los límites máximos permisibles para arsénico, mercurio y plomo: ESS Cristóbal, IEI 1116, IEI 582, IEP 36004, Aldea Infantil, IEP 36475, IEI 534, IE 35001.
El abogado Llatas agrega que el gobierno central debe declarar en emergencia ambiental a Huancavelica, e implementar políticas públicas sectoriales, donde el rol del Ministerio del Ambiente es clave para la elaboración del plan de remediación ambiental y la implementación de un plan de descontaminación. Además, el MINEM debe incluir a la ciudad de Huancavelica y la comunidad de Sacsamarca en el inventario de los pasivos ambientales mineros.
“No podemos dejar en desamparo a la población, la mina Santa Bárbara ha generado mucha riqueza a la República del Perú, ahora la ciudad de Huancavelica es un pasivo ambiental que nadie se hace responsable, la población exige que se le garantice un ambiente sano, no está pidiendo una indemnización económica”, finaliza Llatas.