Tras calificar como importantes las reformas constitucionales planteadas por el presidente Martín Vizcarra, el congresista de Nuevo Perú Richard Arce dijo que estas no cambiarán significativamente la situación que atraviesa el país ya que esto solo sería posible con una Asamblea Constituyente que cambie la Constitución de 1993.
“Las reformas planteadas por Vizcarra son importantes, pero no va a cambiar significativamente nada. Tenemos un serio cuestionamiento a la Constitución de 1993 y consideramos que debe ser cambiada por otra, previa Asamblea Constituyente”, sostuvo el legislador al diario PERFIL y en referencia al mensaje en Twitter de la lideresa de su agrupación, Verónika Mendoza, quien sostuvo que se debe “avanzar hacia una asamblea constituyente” a fin de que la reforma se realice a fondo.
Tras indicar que la actual Carta Magna no afronta el marco de corrupción en que se vive actualmente, Arce dijo que la mayoría de peruanos quiere una Asamblea Constituyente que dé paso a una nueva Constitución.
“Vizcarra ha tenido que pedir cuestión de confianza para que el Congreso se ponga recién a trabajar. Definitivamente la mayoría de los peruanos quiere una Asamblea Constituyente que de paso a una nueva Constitución; esa es una de las expectativas que tiene la población”, señaló tras asegurar que el siguiente paso al referéndum debería ser la convocatoria a una Asamblea Constituyente.
Reformas parciales
Por su parte su colega de bancada, Alberto Quintanilla, coincidió al sostener que “las propuestas del gobierno son muy parciales; algo se logrará, pero lo principal es que se abra el debate en torno a la necesidad de cambiar de Constitución”.
Quintanilla dijo al diario PERFIL que Nuevo Perú se sacrificaría por darle al país una Asamblea Constituyente para crear una nueva Constitución que surja de la necesidad de formular un pacto social.
“Lo que debe haber es una nueva Constitución; nuestra bancada sí apuesta a eso. Esto surge de la necesidad que tiene el país de reformular su pacto social”, señaló.
Reconoció no haber una mayoría del Congreso que converja con una nueva Constitución pero que en política no solo se actúa en función a sentimientos sino a la construcción de nuevas alternativas.
“Todavía no hay una mayoría en el Congreso que quiere la Constitución pero en política no solo se actúa en función a sentimientos sino que se construye nuevas alternativas”, añadió.