En el Día Internacional de los Pueblos Originarios, abordamos los puentes entre los pueblos originarios y la Inteligencia Artificial como una herramienta que puede servir como un aliado en la preservación de las lenguas y culturas originarias.
Illariy, un avatar de IA creado en San Marcos, representa un avance en la conservación de lenguas en riesgo, y demuestra el potencial de la tecnología en la salvaguarda de la diversidad cultural.
¿Qué motivaciones se ocultan, tras estas oscuras estrategias empresariales para bloquearse el camino mutuamente? Señores, la guerra fría clónica ha empezado en el mundo de las inteligencias artificiales.
"Illariy Willarisunki” (Illariy te cuenta) es el GPT personalizado en el GPT Store, cuyo contenido generado por la Inteligencia Artificial de Open AI, ofrece ficción a raudales en idioma quechua, claro está, que con traducción al español y con imágenes generadas con DALL-E, desarrollado desde la plataforma ChatGPT 4.
Tiene como objetivos generar un modelo de desarrollo en cuanto a la tecnología del metaverso; delimitar la presencia de las transnacionales de la información en el Zuckerverso; establecer los estándares y patrones en la construcción de mundos virtuales abiertos e inclusivos; y, proyectar los nuevos contenidos para este tipo de plataforma que recrean principalmente la realidad aumentada y la realidad virtual.
La realidad aumentada mezcla el entorno real con capas virtuales de información que nos llevarán a cambiar la percepción de nuestro entorno circundante, al extender nuestro campo visual a 360 grados y materializar imágenes virtuales con las que se interactúa.
La primicia de Legis.pe remeció nuestro anquilosado Poder Judicial debido al uso de la realidad aumentada, en la parte procesal de una contienda judicial.
Son varias las explicaciones para entender por qué no despega esta tecnología en nuestro país: la carencia de políticas públicas, la no inclusión en su currícula de estudios de temas vinculados a la comunicación aumentada, la falta de inversión en innovación y desarrollo tecnológica, entre otros.
Los soportes cada vez serán más inmersivos y los gráficos tridimensionales contarán con un hiperrealismo que confundirán nuestros sentidos y no sabremos que es realidad y que no lo es. Los contadores de historias se han convertido en una especie de profesionales de la emoción.